2007-01-07 15:22:44

Benedicto XVI acepta la dimisión del arzobispo Wielgus


Domingo, 7 ene (RV).- Benedicto XVI ha aceptado esta mañana la dimisión presentada por el arzobispo Stanislaw Wielgus, de acuerdo con el canon 401 parte 2 del Código de Derecho Canónico, por el que “se ruega encarecidamente al Obispo diocesano que presente la renuncia de su oficio si por enfermedad u otra causa grave quedase disminuida su capacidad para desempeñarlo”. El propio arzobispo polaco ha presentado su dimisión a la Nunciatura Apostólica de Polonia, el mismo día que tenía que ingresar en la basílica catedral de Varsovia, para dar inicio a su ministerio pastoral. En su lugar, el Papa ha nombrado provisionalmente al Primado de Polonia y administrador diocesano de Varsovia, al cardenal Jozef Glemp.

“No he desempeñado ninguna misión de espionaje (…) nunca he hecho daño a nadie ni a través de mis palabras, ni con mis actos”, ha escrito el propio monseñor Wielgus en una declaración en la que califica como falsas las acusaciones que le atribuyen actitudes dolosas contra la Iglesia. “No quiero justificarme –prosigue en la misiva- Sé que no tenía que mantener ninguna relación con los servicios del régimen comunista de Polonia, siento mucho haber emprendido viajes fuera de Polonia, de ahí el porqué de esos contactos. Pero en ese periodo sentía el deber de continuar con varias investigaciones científicas importantes, para adquirir una formación para el bien de la Iglesia”.

Ante estas declaraciones, el Padre Federico Lombardi, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede y de esta emisora, ha hecho pública una nota en la que afirma que “no obstante su humilde y conmovedora petición de perdón, la renuncia a la sede de Varsovia y la rápida aceptación por parte del Santo Padre, son la solución más adecuada para hacer frente a la situación de desorientación creada en esa nación”. El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede ha señalado que se trata de un momento de gran sufrimiento para una Iglesia, la polaca, “que todos amamos y que ha dado grandes pastores de la talla del cardenal Wyszynski y sobre todo, de Juan Pablo II”.

Padre Lombardi ha solicitado de la Iglesia universal, solidaridad espiritual para con la Iglesia que está en Polonia y que se le acompañe, con la oración y el ánimo, para que “pueda encontrar lo más pronto posible serenidad”. Al mismo tiempo, el director de Radio Vaticano ha observado que el caso de monseñor Wielgus “no es el primero -ha precisado- y probablemente no será el último caso de ataque a personalidades de la Iglesia en base a documentos de los servicios del pasado régimen”. Al intentar sacar conclusiones atendibles sobre ese tipo de documentos, Padre Lombardi ha recordado que no hay que olvidar que éstos “han sido escritos por los funcionarios de un régimen opresor y chantajista”.

“A tantos años de distancia desde la caída del régimen comunista y tras la muerte del grande e inatacable Juan Pablo II –prosigue la nota- la actual avalancha de ataques a la Iglesia católica en Polonia, más que tratarse de una sincera búsqueda transparente de la verdad, parece, por muchos aspectos, una extraña alianza entre persecutores de un tiempo y sus adversarios, y una venganza por parte de quien, en el pasado, les habían perseguido y fueron derrotados por la fe y por las ganas de libertad del pueblo polaco”.

Padre Lombardi ha terminado su comunicado recordando las palabras de Cristo: “La verdad os hará libres”. “La Iglesia no teme la verdad y para ser fieles a su Señor, sus miembros tienen que saber reconocer las propias culpas. Esperamos que la Iglesia en Polonia –acaba la nota- sepa vivir y superar con valentía y lucidez este difícil periodo, para que pueda continuar a dar su preciosa y extraordinaria contribución de fe e impulso evangélico a la Iglesia europea y universal”.








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