2007-01-06 15:30:10

Ángelus: La Epifanía de Cristo es al mismo tiempo la epifanía de la Iglesia, es decir, la manifestación de su vocación y misión universal


Sábado, 6 ene (RV).- Hoy recordamos la llegada de algunos “Magos”, probablemente líderes religiosos persas, a Jerusalén, como narra san Mateo en su Evangelio. Los Magos –ha explicado durante el Ángelus el Papa ante una abarrotada plaza de san Pedro llena de fieles de todas las edades, sobre todo de niños acompañados por sus padres- llegaron siguiendo una “estrella”, un fenómeno luminoso celeste interpretado por ellos como signo del nacimientos de un nuevo rey de los Judíos.

Nadie en la ciudad sabía nada de lo que estaba pasando, ni siquiera Herodes, quien turbado por la noticia ordenó la “masacre de inocentes” para eliminar al rival apenas nacido. Los Magos en cambio, siguiendo las Sagradas Escrituras, en particular la profecía de Miqueas, según la cual el Mesías nacería en Belén, partieron en esa dirección, y viendo la estrella la siguieron llenos de felicidad, hasta que entraron en un establo y encontraron al Niño con María, se postraron ante Él, y le ofrecieron sus dones: oro, incienso y mirra.

Pero, ¿por qué esta historia es tan importante?, se ha preguntado Benedicto XVI durante su alocución previa al rezo mariano. La respuesta la ha dado el propio Pontífice: “Porque de este modo comenzó a realizarse la adhesión de los pueblos a la fe de Cristo, según la promesa hecha por Dios a Abraham, ‘Por ti se bendecirán todos los linajes de la tierra’ (Gn 12,3)”.

En este sentido, si María, José y los pastores de Belén, representan al pueblo de Israel que ha acogido al Señor, ha proseguido explicando el Santo Padre, los Magos son a su vez la representación de todas las gentes, llamadas a formar parte de la Iglesia, nuevo pueblo de Dios, basado, no ya sobre la homogeneidad étnica, lingüística o cultural, sino sobre una única fe común en Jesús, Hijo de Dios. Por este motivo, la Epifanía de Cristo, es al mismo tiempo la epifanía de la Iglesia, es decir, la manifestación de su vocación y misión universal. En este contexto, el Papa ha dirigido con gran alegría un cordial saludo “a los queridos hermanos y hermanas de las Iglesias Orientales que, siguiendo el Calendario Juliano, celebran mañana la Santa Navidad, con afecto les deseo paz en abundancia y prosperidad cristiana”.

Y antes del rezo del Ángelus y el responso por los fieles difuntos, Benedicto XVI ha recordado la celebración hoy, de la Jornada Mundial de la Infancia Misionera. “Es la fiesta de los niños cristianos”, ha señalado el Pontífice, agradeciendo después, de forma especial, el trabajo de los niños de la “Santa Infancia” presentes en 110 países, “porque son cooperantes preciosos del Evangelio y apóstoles de la solidaridad cristiana hacia los más necesitados”. El Santo Padre ha finalizado dando ánimos a los educadores para que “cultiven en los más pequeños el espíritu misionero, con el fin de que entre ellos nazcan misioneros apasionados, testigos de la ternura de Dios, y trasmisores de su amor”.

Como es tradicional, Benedicto XVI ha finalizado el Ángelus saludando en varios idiomas, e invitando a los fieles a asistir mañana domingo una vez más al rezo del Ángelus. Les dejamos con el saludo que en español el Papa ha querido dirigir en esta solemnidad de la Epifanía del Señor: RealAudioMP3 “En esta solemnidad de la Epifanía me es grato saludar cordialmente a los fieles de lengua española que participan en la oración del Ángelus. Con la misma actitud de los Magos de Oriente, queremos adorar a Jesús por ser el Señor de todos los pueblos y ofrecerle el regalo más preciado: nuestra entrega a Él, acompañada del amor incondicional a nuestros hermanos. ¡Feliz fiesta para todos!”








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