Mensaje de Benedicto XVI a la Conferencia Internacional sobre la región de los Grandes
Lagos: “la negociación y el diálogo son la única alternativa humana a la guerra”
Martes, 19 dic (RV).- La negociación y el diálogo son la única alternativa humana
a la guerra. En estos términos se expresa Benedicto XVI en su mensaje a la Conferencia
Internacional sobre la región de los Grandes Lagos donde “innumerables personas han
sufrido demasiado y durante demasiado tiempo. El 14 y 15 de diciembre se ha celebrado
en Nairobi la segunda cumbre de la Conferencia Internacional sobre la región de los
Grandes Lagos, en la que también participó la Santa Sede con una delegación encabezada
por el nuncio apostólico Luigi Travaglino.
Los líderes de la región de los
Grandes Lagos firmaron el viernes un pacto en el que se comprometen a respetar los
principios de no agresión, soberanía, integridad territorial y no injerencia en los
asuntos internos de otros estados. El documento fue rubricado por los presidentes
de la República Democrática de Congo, Burundi, Kenia, Tanzania, Uganda, Zambia y Ruanda.
El Pacto sobre la Seguridad, Estabilidad y Desarrollo está destinado a promover
la paz, la estabilidad y el desarrollo económico en esta región africana que ha sido
devastada por décadas de conflictos armados. La primera cumbre de la Conferencia sobre
los Grandes Lagos, una iniciativa impulsada por la ONU, tuvo lugar en la capital económica
tanzana, Dar es Salaam, en noviembre de 2004, y la declaración resultante, no vinculante,
rubricada por los jefes de Estado llamó a transformar a la región en "un área de paz,
seguridad y crecimiento y desarrollo compartidos".
En su mensaje, el Papa invita
a los líderes de esta martirizada región africana a hacer realidad este pacto centrado
en la paz, la democracia, el desarrollo económico y la promoción humana y social,
que “solo se podrá lograr con la generosidad, la valentía y la perseverancia” de las
autoridades y los ciudadanos.
El Pontífice asegura el apoyo de la Iglesia y
su compromiso por la paz cooperando “junto a los fieles de otras religiones y a las
mujeres y hombres de buena voluntad. “Comprometiéndose con responsabilidad en la vida
pública –escribe más adelante Benedicto XVI- los católicos ofrecerán una clara manifestación
de caridad fraterna. El Papa expresa su esperanza en que los responsables políticos
puedan poner en acto las medidas adecuadas para acabar con la violencia.
Benedicto
XVI se manifiesta convencido de que “con una paz estable y genuina, la región de los
Grandes Lagos, con sus recursos humanos y naturales, y con el apoyo de la comunidad
internacional, podrá superar sus dificultades actuales y ofrecer a sus pueblos la
esperanza de un futuro digno”.