Ángelus: El Papa agradece al Señor su Viaje apostólico a Turquía del que espera manen
frutos de diálogo con los creyentes musulmanes
Domingo, 3 dic (RV).- Benedicto XVI, en este primer domingo de Adviento, ha agradecido
al Señor el Viaje apostólico a Turquía. En su alocución previa al rezo mariano del
Ángelus y ante una gran multitud de fieles congregados en la plaza de San Pedro del
Vaticano, el Pontífice ha dirigido palabras de gratitud hacia los organizadores, las
Autoridades turcas y el pueblo de este país. “El próximo miércoles, durante la Audiencia
general, -ha señalado el Papa- tendré ocasión de hablar con más profundidad de esta
inolvidable experiencia espiritual y pastoral, de la cual espero puedan manar frutos
de bien para una cooperación cada vez más sincera entre todos los discípulos de Cristo
y para un diálogo provechoso con los creyentes musulmanes”.
Recordando siempre
su reciente Viaje apostólico a tierra turca, el Papa ha dirigido unas palabras de
afecto a la comunidad católica que vive en este país. “Pienso en ellos –ha dicho el
Pontífice- en este domingo en el que entramos en el tiempo de Adviento”, recordando
después su encuentro y la celebración de la Santa Misa “junto a nuestros hermanos
y hermanas que se encuentran en condiciones a menudo no fáciles”. “Realmente se trata
de un pequeño rebaño, heterogéneo, rico de entusiasmo y de fe que –ha explicado Benedicto
XVI- podríamos decir, vive constantemente y de manera fuerte, la experiencia del Adviento
sostenido por la esperanza”.
En este sentido el Pontífice ha señalado que la
liturgia del Adviento repite a menudo que Dios ‘viene’: “viene a estar con nosotros,
en cada situación; viene a vivir entre nosotros, con nosotros en nosotros; viene a
colmar las distancias que nos dividen y nos separan; viene a reconciliarnos con Él
y entre nosotros. Viene en la historia de la humanidad a llamar a la puerta de cada
hombre y cada mujer de buena voluntad, para llevar a los individuos a las familias
y a los pueblos, el don de la fraternidad, de la concordia y de la paz”, ha explicado
el Papa. “Por este motivo –ha proseguido el Pontífice- el Adviento es por excelencia
el tiempo de la esperanza, en el que los creyentes de Cristo están invitados a permanecer
en espera vigilante y trabajadora, alimentada por la oración y por el compromiso activo
del amor. ¡Qué la cercana Navidad de Cristo llene los corazones de todos los cristianos
de felicidad, de serenidad y de paz!”.
Precisamente, para vivir el periodo
de Adviento de forma auténtica y fructífera, la liturgia nos exhorta, como ha recordado
Benedicto XVI, a mirar a María Santísima, y a encaminarnos idealmente, junto a Ella,
hacia la Gruta de Belén. El Pontífice ha finalizado su alocución previa al rezo mariano
del Ángelus, recordando la cercana festividad de la Inmaculada Concepción, el próximo
8 de diciembre. “Dejémonos atraer por su belleza, reflejo de la gloria divina –ha
dicho el Papa- para que ‘el Dios que viene’ encuentre en cada uno de nosotros un corazón
bueno y abierto, que Él pueda colmar con sus dones”.
Y tras el rezo del Ángelus
y el responso por los fieles difuntos, Benedicto XVI ha saludado en varias lenguas.
En italiano el Papa ha dirigido palabras de aliento al grupo de mujeres del Movimiento
de los Focolares llegadas a la plaza de San Pedro de toda Europa y América Latina.
Y en español, estas han sido sus palabras: “Saludo con afecto
a los peregrinos de lengua española, de modo especial a los miembros de la Escuela
Penitenciaria “Doctor Juan José O’Connor”, de Argentina, así como a los fieles de
la Parroquia Santa María de la Asunción, de Ocaña. Al inicio del Adviento, pidamos
a la Virgen María que nos ayude a preparar con fe y esperanza este encuentro de amor
con Cristo, que se hace hombre como nosotros, para que vivamos como fieles hijos de
Dios. ¡Feliz Adviento a todos!”.