Escuchar el programa Viernes, 17 nov
(RV).- Nuestras reflexiones de hoy giran entorno al estrés, definitivamente una enfermedad
muy actual, incluso se ha vuelto tan común que pareciera que es la causante de todos
nuestros males, afectando a grandes y chicos sin ninguna distinción.
La vida
está llena de cambios y retos que hay que enfrentar y manejar tratando de no perder
el control, tratando de que estos cambios no afecten nuestra salud física y/o emocional,
ni la de nuestros hijos y allegados. Y para lograr esto lo más importante es comprender
que los acontecimientos ''per se'' no son estresantes. Lo que nos ocasiona tensión,
dolor, rabia, miedo, son nuestras interpretaciones de las situaciones que nos ocurren.
Albert Ellis, terapista cognoscitivo indica que ''no es el evento lo que perturba
al ser humano sino la percepción que cada uno tiene del mismo''. Por ejemplo: su pareja
le informa que quiere terminar la relación, que no es feliz. Si usted también pensaba
finalizar la relación porque se sentía de la misma forma, esta decisión será un alivio
para usted y esa noche saldrá con amigos a celebrar.
Si por el otro lado usted
está enamorado de su pareja, se angustiará pensando qué fue lo que hizo mal y diciéndose
que estas cosas siempre le pasan a usted, que la vida es injusta y que nunca encontrará
a otra persona que lo quiera.
Es aquí cuando el Dr. Ellie sugiere reevaluar
la interpretación de la situación de forma que el nivel de estrés baje a niveles tolerables.
Acepte que la relación tenía sus fallas y que esta decisión lo liberará para reestructurar
sus prioridades y la próxima vez escoger mejor. Háblese a usted mismo enviándose mensajes
de apoyo como por ejemplo: me duele terminar la relación, pero sé que me puedo recuperar.
Sin
duda, las cosas dependen de la dimensión y la lupa con que las miremos. Es decir,
depende de cada uno de nosotros que las cosas nos afecten más de la cuenta, que los
acontecimientos generen en nosotros una cantidad de reacciones físicas y psicológicas
que pueden desencadenar en problemas mayores.
El estrés es un síntoma de que
las cosas se salen de nuestro control. La ansiedad, la angustia, los estados depresivos,
la hiperactividad son respuestas a un estado de estrés que no estamos controlando.
Pero también se manifiesta con la caída del cabello, dolores y espasmos en diversas
partes del cuerpo, gastritis y problemas estomacales entre muchos otros síntomas que
claramente nos señalan disfunciones de nuestro organismo frente a una situación aún
no controlada. En ocasiones estos síntomas se convierten realmente en problemas crónicos.
Los hechos y los eventos de la vida es necesario tomarlos en su justa medida,
sea en el trabajo, la vida familiar, la vida afectiva, la relación con los hijos,
la situación económica. No hay soluciones mágicas para manejar el estrés. Es vital
que cada uno asuma responsabilidad por su salud física y emocional.
El único
que tiene control sobre usted, es usted mismo. Todos decidimos si gritamos, insultamos
o le pegamos a los niños cuando estamos estresados o si decidimos alejarnos, tranquilizarnos
y regresar a resolver la situación de forma positiva y razonable.
En cada uno
de nosotros está la solución al estrés, de la manera en que podamos hacer los cambios
necesarios alterando nuestros pensamientos negativos y ofuscados, y asumiendo el control
sobre nuestra vida, o si es necesario buscar ayuda profesional. Enséñele y muestre
con su ejemplo a sus hijos que el estrés se puede controlar.