Finaliza la visita ad limina de los obispos suizos, durante la cual se afrontaron
temas relacionados con la situación de la Iglesia en el país
Viernes, 10 nov (RV).- Terminaba ayer la Visita ad Limina de los obispos suizos que
durante tres días se han encontrado en el Vaticano con el Santo Padre y con los jefes
de los distintos dicasterios de la Curia. En un comunicado, la Oficina de Prensa de
la Santa Sede puntualizó que se trató de “un encuentro caracterizado por un verdadero
afecto colegial, durante el cual -en franco diálogo y en espíritu de colaboración-
se han afrontado algunos temas relacionados con la vida y la situación de la Iglesia
en Suiza”.
Concretamente la nota subraya varios temas, como la unidad de los
Obispos entre ellos y con el Sucesor de Pedro, el papel del obispo como Maestro de
fe, los problemas doctrinales y pastorales en las diócesis suizas, y el papel del
sacerdote y el de los asistentes pastorales en la parroquia. Se habló también del
aspecto de la enseñanza en los Seminarios, Facultades y Escuelas Superiores en relación
con la misión de la Iglesia. Otros temas fueron: la renovación litúrgica, y la observancia
de la disciplina; el Motu Propio “Misericordia Dei”, para un relanzamiento de la pastoral
penitencial; las corporaciones eclesiásticas de Derecho Público; y el tema del Ecumenismo.
“El
encuentro -se lee en la nota- ha servido para mejorar el conocimiento recíproco y
para reforzar el vínculo de la unidad. Otro resultado de la visita ad limina ha sido
el hecho de que “emerge con claridad un deseo común por parte de todo el episcopado
suizo de afrontar los desafíos de hoy con esperanza, responsabilidad y valentía”.
El encuentro terminó con las palabras de agradecimiento de monseñor Grab al Santo
Padre y a sus colaboradores, expresando su especial gratitud por las tres intervenciones
de Su Santidad durante esta visita.