Benedicto XVI ha instado a los prelados de la Conferencia Episcopal de Alemania a
ofrecer respuestas convincentes a cuantos se interrogan y miran con esperanza al mensaje
cristiano
Viernes, 10 nov (RV).- Benedicto XVI ha recibido esta mañana a los prelados de la
Conferencia Episcopal de Alemania a quienes ha instado a ofrecer respuestas convincentes
a cuantos se interrogan y miran con esperanza al mensaje cristiano. En su discurso
a los obispos alemanes, a quienes ha ido recibiendo separadamente a lo largo de la
semana, el Pontífice ha constatado como “la República Federal de Alemania comparte
con todo el mundo occidental la situación de una cultura dominada por la secularización,
en la que Dios tiende a desaparecer cada vez más de la conciencia pública”.
El
Papa ha descrito el panorama que vive el individuo actual, para quien la fe cada vez
es más difícil y contempla como aumentan las posibilidades de elección de proyectos
de vida y de formas de vivir. Ante esta situación, frente a la que se encuentran tanto
los pastores como los fieles en la Iglesia, muchos se sienten descorazonados e incluso
resignados, y esta actitud –ha dicho Benedicto XVI- es la que impide dar testimonio
de Cristo que libera y salva.
El Santo Padre se ha interrogado sobre si
al fin y al cabo el cristianismo no es una propuesta entre muchas a la estimulación
de los sentidos. Frente a esta pregunta, que muchos se hacen, el Papa ha respondido
que frente a la fragilidad y la caducidad de la mayor parte de estas ofertas, muchos
se interrogan de nuevo y miran con confianza el mensaje cristiano y se esperan de
nosotros respuestas convincentes.
Tras definir todo este panorama de la
Iglesia en Alemania como un reto providencial que debe afrontar valerosamente, el
Santo Padre ha abordado el tema de las relaciones con los seguidores de otras religiones
y en especial con los musulmanes que viven en el país. “Precisamente ellos, que con
tanta seriedad se apegan a sus convicciones y sus ritos, tienen el derecho a nuestro
humilde y determinado testimonio de Jesucristo. Para hacer ese testimonio creíble
es necesario un gran compromiso y por esta razón sería necesario que en los lugares
en los que hay una población musulmana numerosa, haya también interlocutores católicos
con los indispensables conocimientos lingüísticos y de historia religiosa que los
haga capaces de afrontar un diálogo con los musulmanes.
Otro argumento
central ha sido el de la enseñanza de la religión, las escuelas católicas y la formación
de los católicos adultos. “Sobre todo –ha dicho el Papa- se trata del currículo de
la enseñanza de la religión para que en todo el trayecto escolar se pueda transmitir
la plenitud de la fe y de la vida de la Iglesia”. Para el Pontífice, “en las escuelas
católicas es fundamental que la introducción de la visión católica del mundo y en
la práctica de la fe no se transmitan únicamente durante la lección de religión, sino
de una forma convincente en la cotidianidad de la vida escolástica y mediante el testimonio
personal de los profesores.
Otro tema importante afrontado por el Santo
Padre ha sido el de la formación de los candidatos al ministerio sacerdotal y de los
profesores de religión en las facultades teológicas y en las escuelas superiores.
En el apartado de formación en los seminarios Benedicto XVI ha retomado el decreto
Optatam totius del Concilio Vaticano II para referirse a importantes normas que por
desgracia siguen sin aplicarse por completo. El Papa se refería al curso de introducción
que se debe realizar antes del inicio verdadero del estudio.
Este curso
–como ha explicado el Papa- sirve para proporcionar no sólo el buen conocimiento de
las lenguas clásicas necesarios para el estudio de la filosofía y de la teología,
sino también para transmitir la familiaridad con el catecismo, con la práctica religiosa,
litúrgica y sacramental de la Iglesia. En consideración del creciente número de candidatos
que ya no vienen de un ambiente tradicional católico, este curso introductivo es absolutamente
necesario. Por un lado, el estudiante podrá en este año esclarecer su vocación al
sacerdocio y por otro las personas responsables de la formación de los sacerdotes
tendrán la posibilidad de hacerse una idea de los candidatos”.
El Papa
ha hablado también de la Universidad católica de Eichstätt-Ingolstadt, un lugar eminente
de la Alemania católica, donde puede ser formada una elite espiritual en grado de
afrontar los retos del presente y del futuro en el espíritu del Evangelio y cuya seguridad
económica debería ser asumida por un compromiso común de todas las diócesis alemanas.
El último tema afrontado por Benedicto XVI ha sido el de la relación entre sacerdotes
y laicos en el cumplimiento de la misión de la Iglesia. El testimonio activo de los
laicos –ha dicho el Papa- es muy importante, de la misma forma que lo es el que no
se confundan las funciones específicas de los distintos carismas”.