Santa Sede/ONU: preocupación del Papa por el uso de la religión como pretexto para
violar otros derechos humanos
Domingo, 29 oct (RV).- El observador permanente de la Santa Sede ante la ONU ha comunicado
a la Asamblea General reunida para tratar los derechos humanos, la preocupación del
Papa por el uso de “la religión o la libertad de religión como pretexto o justificación
para violar otros derechos humanos”.
El diálogo interreligioso a todos los
niveles es de crucial importancia. Así lo manifestaba, el observador permanente de
la Santa Sede ante la ONU, mons. Celestino Migliore, en su intervención ante la Asamblea
General de Naciones Unidas. El prelado recordaba el viernes en Nueva York que la libertad
de religión o de credo no existe en muchas partes del mundo y quienes la padecen de
forma particular son las minorías religiosas.
Mons. Migliore manifestó que
“el Papa está preocupado por los casos en los que las medidas legislativas o administrativas
ponen límites a la práctica religiosa”. Además el Papa observa con aprensión los casos
en los que “la religión o la libertad de religión se usa como pretexto o justificación
para violar otros derechos humanos”.
El prelado manifestó que a veces “a causa
de intereses de grupo o luchas de poder, se intenta impedir a algunas comunidades
iluminar las conciencias de muchas personas ofreciéndole la posibilidad de actuar
libre y responsablemente según las verdaderas exigencias de justicia”. En este sentido
mons. Migliore constató que pueden ser expresiones de intolerancia denigrar a las
comunidades religiosas y excluirlas del debate político y de la cooperación, sólo
porque no están de acuerdo con algunas elecciones o no se adecuan a prácticas contrarias
a la dignidad del hombre.
Mons. Celesino Migliore hizo un llamamiento a quienes
toman decisiones a nivel nacional o global, a las autoridades legales y políticas
y a todos los hombres de buena voluntad para que contribuyan a asegurar que no se
ejerza coerción ni se reduzca al silencio a las distintas expresiones religiosas.
El observador permanente recordó además que entre los fundamentos éticos de las
Naciones Unidas se encuentra el derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia
y de religión. En el mismo contexto el prelado añadió que “no se puede subestimar
el poder de la religión en ciertos contextos, en particular en los conflictos y en
las divisiones donde puede conducir a las mentes a pensamientos de reconciliación,
hacer capaces a los enemigos de hablarse, y fomentar procesos de paz.
El prelado
recordó que estamos en el 25 aniversario de la adopción de la declaración para la
eliminación de cualquier forma de intolerancia y discriminación basada en la religión
o credo. Tomando conciencia de todos los casos en los que el nivel de discriminación
es alto, mons. Migliore reafirmó los principios de una auténtica libertad religiosa,
que “no es sólo tolerancia sino respeto del derecho a creer, practicar el culto y
proponer y testimoniar la propia fe”.