Benedicto XVI confía a miembros y amigos de la Fundación Juan Pablo II, el deber de
profundizar y manifestar a las futuras generaciones la riqueza del mensaje de su predecesor
Lunes, 23 oct (RV).- A última hora de la mañana el Santo Padre ha recibido, en el
Aula de las Bendiciones del Vaticano, a los miembros de la Fundación Juan Pablo II
con motivo de la celebración del vigésimo quinto aniversario de su fundación. El Papa
tras saludarles, y de manera particular al Cardenal de Cracovia, Stanislao Dziwisz,
quien en nombre de todos le ha dirigido unas palabras, les ha manifestado que estaba
alegre por el esfuerzo que realizan por mantener viva la memoria de Juan Pablo II,
de sus enseñanzas y su obra apostólica.
“Es menester decir que este es un esfuerzo
verdaderamente prometedor, porque no solamente se refiere a la archivística o a la
investigación, toca ya al misterio de la santidad del Siervo de Dios”.
Este
empeño de la Fundación adquiere un nuevo significado después de la muerte del Pontífice.
La recogida de escritos pontificios y de la rica documentación de la actividad de
la Santa Sede, así como las obras literarias y de las opiniones presentes en los medios
de comunicación social, es sin duda, ha afirmado Benedicto XVI, un archivo completo,
bien organizado, y constituye una base para el estudio cuidadoso y en profundidad
del patrimonio espiritual de Juan Pablo II. Precisamente por esta dimensión de la
actividad de la Fundación quiero subrayar que es de primer orden: el estudio del
Pontificado.
“Juan Pablo II, filósofo y teólogo, gran pastor de la Iglesia,
ha dejado una riqueza de escritos y de gestos que expresan su deseo de difundir el
Evangelio de Cristo en el mundo, utilizando los métodos indicados por el Concilio
Vaticano II y de trazar las líneas de desarrollo en la vida de la Iglesia en el nuevo
milenio. Estos preciosos dones no pueden y no deben ser olvidados”.
Hoy, les
ha dicho textualmente Benedicto XVI, os confío a vosotros queridos miembros y amigos
de la Fundación Juan Pablo II, el deber de profundizare y manifestar a las futuras
generaciones la riqueza de su mensaje. Os ruego que no desistáis en esta buena obra.