Lunes, 9 oct (RV).- “Sensibilizar – “Reducir los riesgos: las enfermedades mentales
y el suicidio”. Con este lema mañana se celebrará en todo el mundo la Jornada Mundial
de la Salud Mental, iniciativa promovida por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Este
tema se ha adoptado porque según la Confederación Española de Agrupaciones de Familiares
y Personas con Enfermedad Mental (FEAFES), cada año, aproximadamente un millón de
personas mueren por suicidio, es decir, se produce una muerte cada 40 segundos. Además,
en todo el mundo, 450 millones de personas se ven afectadas por problemas de salud
mental en algún momento de su vida. La celebración de mañana reviste una gran importancia
dado que los trastornos de salud mental están relacionados con más del 90% de los
casos de suicidio. Esta relación entre enfermedad mental y suicidio ha impulsado que
en la Jornada dedicada a estas personas se pida desde asociaciones como FEAFES, el
impulso de la reducción de la incidencia de las enfermedades mentales y del riesgo
de suicidio.
La Iglesia se ha preocupado siempre por la suerte de las personas
afectadas por todo tipo de enfermedades. Por este motivo, en 1985, Papa Juan Pablo
II creaba con el Motu Proprio "Dolentium hominum" la Pontificia Comisión para la pastoral
de los Agentes Sanitarios, que con la "Pastor Bonus" de 1988 pasó a llamarse Pontificio
Consejo para la pastoral de los Agentes Sanitarios. Dicha institución tiene como objetivos:
estimular y promover la labor de formación, de estudio y de acción desarrollada por
las diversas Organizaciones Internacionales Católicas (O.I.C.) en el campo sanitario
como también por otros grupos y asociaciones que trabajan en este sector, en niveles
diferentes y de varias maneras.
El pasado año la Jornada Mundial de la Salud
mental se centró en la “Salud mental y física durante toda la vida”. En dicha ocasión,
el cardenal Lozano Barragán presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de
la Salud, escribió una nota en la que subrayaba que “el patrimonio inestimable que
representa la salud” es un estado fundamental para todos “para garantizar la paz y
la justicia entre los pueblos”.
Y es que, la promoción de la salud, la prevención
de las enfermedades y el compartir los riesgos relacionados con la salud son todas
responsabilidades de los planes nacionales sanitarios, ya que como señala la Organización
Mundial de la Salud, en el mundo hay más de 400 millones las personas con enfermedades
mentales o neurológicas, por este motivo es importante ponerse manos a la obra para
cambiar la difícil situación de salud y legal que sufren los enfermos que ven afectada
su mente.
El tema de este año, “Sensibilizar – “Reducir los riesgos: las enfermedades
mentales y el suicidio”, quiere servir para dar una mirada en profundidad al papel
que juegan las enfermedades mentales en el suicidio y servirá como una poderosa estrategia
para contrarrestar la frecuente percepción de que las enfermedades mentales son una
preocupación secundaria de la salud que puede posponerse hasta que se hayan abordado
asuntos más inmediatos y urgentes de la atención médica.
Porque si las enfermedades
mentales no se diagnostican y no se tratan, pueden resultar fatales y, por lo tanto,
las mismas se deben tratar como un problema público, físico y de salud mental integral
de suma prioridad. Por este motivo la celebración del Día de la Salud Mental tiene
que concienciar sobre la importancia de un seguimiento y de una atención adecuados
a las personas afectadas, para que de este modo se les pueda garantizar una vida digna.