2006-09-23 16:21:06

El Santo Padre recuerda los desafíos urgentes de los obispos del Chad y los alienta a ser testigos creíbles de Cristo


Sábado, 23 sep (RV).- Benedicto XVI ha alentado a los obispos de Chad, que este sábado han finalizado su visita ad limina, a seguir siendo misioneros del Evangelio, con confianza y valentía e impulsando el testimonio de los valores cristianos en la sociedad: «Queridos hermanos en el episcopado, encomiendo vuestro país a la protección materna de Nuestra Señora, Reina de África. Que Ella interceda ante su Hijo para obtener la paz y la justicia para este continente tan probado».

También este sábado, Benedicto XVI ha reiterado la importancia del diálogo y el respeto y de impulsar las relaciones entre cristianos y musulmanes, generalmente buenas en Chad: «Me alegra saber que en vuestro país las relaciones entre cristianos y musulmanes son generalmente buenas, gracias en particular a la búsqueda de un mejor conocimiento mutuo. Os aliento a proseguir estas colaboraciones en un espíritu de diálogo sincero y de respeto recíproco, con el fin de ayudar a cada uno a llevar una vida en conformidad con la dignidad recibida de Dios, con el anhelo de una auténtica solidaridad y de un desarrollo armonioso de la sociedad».

«La consolidación de la fraternidad entre las distintas comunidades que componen la nación chadiana es un objetivo que exige el compromiso de todos, con el fin de salvaguardar al país ante conflictos que sólo pueden conllevar nuevas violencias», ha reiterado asimismo Benedicto XVI, destacando luego la necesidad de promover la dignidad humana y la libertad religiosa: «El reconocimiento de la dignidad de cada uno, de la identidad de cada grupo humano y religioso y su libertad de practicar la propia religión, forma parte de los valores comunes de paz y justicia que deben ser promovidos por todos y en los que los responsables de la sociedad civil tienen que ejercer un papel importante».

Entre los desafíos pastorales que tienen que afrontar los obispos africanos, el Papa ha señalado «la urgencia de proclamar la verdad integral sobre el matrimonio y la familia». Tras destacar la importancia de «mostrar que la institución del matrimonio contribuye al verdadero desarrollo de las personas y de la sociedad, y permite asegurar la dignidad, la igualdad y la verdadera libertad del hombre y de la mujer, así como el crecimiento humano y espiritual de los hijos», el Papa ha hecho hincapié en que «una seria formación de la juventud favorecerá una renovación de la pastoral familiar y contribuirá a superar las dificultades de orden social, cultural y económico que, para numerosos fieles, son obstáculos para los matrimonios cristianos».

«Preservando los valores esenciales de la familia africana», el Pontífice ha reiterado el anhelo de que los jóvenes del Chad puedan acoger en sus vidas «la belleza y la grandeza del matrimonio cristiano que, en su unicidad, supone un amor indisoluble y fiel entre los esposos».

«El amor es el servicio que presta la Iglesia para atender constantemente los sufrimientos y las necesidades, incluso materiales, de los hombres». Recordando su Encíclica Dios es Amor (n.3), Benedicto XVI ha expresado su aprecio por la acción caritativa de los obispos de Chad, extendiendo su gratitud a todas las personas, en particular a los religiosos, que impulsan la caridad cristiana «al servicio del desarrollo, de la educación y de la sanidad, así como de la acogida de los refugiados».

En este contexto, el Santo Padre ha señalado la importancia de favorecer «una auténtica solidaridad con las personas necesitadas, sin distinción alguna de origen», recordando siempre la propia característica eclesial y reforzando la conciencia de ser «testigos creíbles de Cristo entre los hermanos y hermanas».







All the contents on this site are copyrighted ©.