2006-09-17 14:53:28

Ángelus: Benedicto XVI muestra su aflicción por la polémica causada por un fragmento de su discurso en Ratisbona “el cual en su totalidad era una invitación al diálogo franco y sincero, con gran respeto recíproco”


Domingo, 17 sep (RV).- A mediodía de hoy Benedicto XVI se ha asomado a la ventana del Palacio Apostólico de Castelgandolfo para dirigir, como cada domingo, el Ángelus. El Santo Padre ha querido iniciar su alocución previa al rezo mariano mostrando su aflicción por la reacción ante las palabras por él pronunciadas durante su discurso en la Universidad de Ratisbona.

“En este momento deseo solo añadir que me siento muy afligido ante las reacciones suscitadas por un breve pasaje de mi discurso en la Universidad de Ratisbona, considerado ofensivo para la sensibilidad de los creyentes musulmanes, mientras se trataba de una cita de un texto medieval, que no expresa de ninguna manera mi pensamiento personal –ha explicado el Papa, añadiendo que- Ayer el cardenal secretario de estado ha hecho pública, con este propósito, una declaración en la que explicaba el auténtico significado de mis palabras. Espero que esto sirva para aplacar los ánimos y aclarar el verdadero significado de mi discurso, el cual en su totalidad era una invitación al diálogo franco y sincero, con gran respeto recíproco”.

Efectivamente, ayer en una declaración el secretario de estado cardenal Tarcisio Bertone en relación al discurso pronunciado por el Papa en la Universidad de Ratisbona, que ha recibido duras críticas en todo el mundo islámico, señalaba que Benedicto XVI está "vivamente disgustado porque algunos fragmentos de su discurso hayan podido sonar como ofensivos a la sensibilidad de los creyentes musulmanes y hayan sido interpretados de modo en absoluto correspondiente a sus intenciones".

El cardenal Bertone indicaba que el Papa con la referencia en su discurso al emperador bizantino Manuele II Paleólogo, quería concluir "con un claro y radical rechazo de la motivación religiosa de la violencia, de cualquier procedencia esa viniera". En referencia a una cita de aquel emperador en su discurso, el Papa "no tuvo la intención, ni en absoluto la tiene, de hacerla suya". Esa referencia, escribe el cardenal Bertone la usó el Papa "como oportunidad para desarrollar, en un contexto académico y, según se extrae de una completa y atenta lectura del texto, algunas reflexiones sobre el tema de las relaciones entre religiones y violencia para concluir con un claro y radical rechazo de la motivación religiosa de la violencia, de cualquier procedencia".

Además, el Papa, "ante la ferviente religiosidad de los creyentes musulmanes, ha amonestado a la cultura occidental secularizada para que evite el desprecio de Dios y el cinismo que considera el escarnio de lo sagrado un derecho de libertad", agrega la nota. El Papa "reiterando su respeto y estima por aquellos que profesan el Islam, desea que sean ayudados a comprender en su sentido preciso sus palabras para que, superado pronto este momento no fácil, se refuerce el testimonio al único Dios, viviente y existente" y "la colaboración para defender y promover juntos, para todos los hombres la justicia social, los valores morales, la paz y la libertad".

A pesar de la lluvia han sido cientos los fieles congregados en la plaza del Palacio Apostólico de Castelgandolfo para el rezo del Ángelus, a quienes el Papa ha agradecido su presencia recordando que la lluvia es un signo del Espíritu Santo. Asimismo el Obispo de Roma ha querido agradecer durante su discurso previo al rezo mariano, el trabajo realizado por todas aquellas personas que hicieron posible su viaje a Baviera y ha recordado que hablará del mismo con más profundidad durante la Audiencia General del próximo miércoles, como es costumbre.

Y antes de la oración mariana Benedicto XVI se ha querido detener a recordad dos importantes festividades litúrgicas: la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, celebrada el pasado 14 de septiembre, y la de la memoria de Nuestra Señora de los Dolores, celebrada el 15. “Estas dos celebraciones litúrgicas –ha señalado el Papa- se pueden resumir visualmente en la tradicional imagen de la Crucifixión, que representa la Virgen María a los pies de la Cruz, según la descripción del evangelista Juan, el único de los Apóstoles que permaneció al lado de Jesús mientras moría”.

Ante esta exaltación de la Cruz, que podría ser considerado un acto sin sentido, el Papa ha explicado que “los cristianos no exaltan una cruz cualquiera, sino la Cruz que Jesús santificó con su sacrificio, fruto y testimonio de un gran amor”. “Cristo sobre la Cruz ha versado toda su sangre para liberar a la humanidad de la esclavitud del pecado de la muerte. De ahí que de signo de maldición, la Cruz haya pasado a ser un signo de bendición –ha explicado el Papa- de símbolo de muerte a símbolo por excelencia del Amor que vence al odio y a la violencia y genera la vida inmortal. ‘O Crux, ave spes unica!’ ‘Oh Cruz, única esperanza”.

En este sentido el Papa ha invitado “a renovar el ‘Sí’ al Dios que ha elegido el camino de la Cruz para salvarnos”, ya que se trata de un gran misterio que continúa todavía hoy, como ha explicado el Obispo de Roma, y que gracias a nuestra colaboración proseguirá hasta el fin del mundo. “Que María nos ayude a coger cada día nuestra Cruz y a seguir fielmente a Jesús en el camino de la obediencia, del sacrificio y del amor”, ha finalizado el Papa.

Y tras el rezo del Ángelus y el responso por los fieles difuntos Benedicto XVI ha saludado en varias lenguas, éstas han sido sus palabras en español: RealAudioMP3 “Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española, en especial al grupo de militares venezolanos aquí presentes. Pidamos a María Santísima que, mediante la meditación cotidiana de los misterios de Cristo, lleguemos a reconocerlo como nuestro único y verdadero Salvador, siendo siempre testigos de su amor. ¡Feliz Día del Señor!”.








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