Mensaje de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil contra la violencia en el
país: “Urge una salida por la que la fuerza del derecho supere el derecho de la fuerza”
Viernes, 25 ago (RV).- La Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) ha publicado
una nota en la que muestra su rechazo ante la espiral de violencia que se está viviendo
en el país. Del mismo modo los prelados brasileños muestran su “solidaridad con todos
los que sufren la cruel realidad del crimen organizado presente en varios estados”.
La nota -firmada por el presidente de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil
y arzobispo de San Salvador de Bahía, cardenal Geraldo Majilla Agnelo, por el vice-presidente
de dicha conferencia y obispo de Catanduva, monseñor Antonio Celso de Queirós, y por
el secretario general de la conferencia y obispo auxiliar de Sao Paolo, monseñor Odilo
Pedro Scherer- prosigue señalando la necesidad de buscar una solución inmediata entre
las partes, y ofrece todo el apoyo de la Iglesia católica de Brasil para lograr tal
fin.
“Urge una salida por la que la fuerza del derecho supere el derecho de
la fuerza –prosigue el mensaje- La seguridad es un derecho humano del ciudadano. Para
los cristianos, la paz es un don y una conquista”. Los obispos brasileños resaltan
una serie de actuaciones para lograr un horizonte de paz, entre ellas están la superación
de la cultura de la impunidad que produce revueltas e injusticias debilitando las
instituciones; la solución urgente de la masificación de presos que atenta contra
los derechos humanos y es fuente de crisis, en este sentido llaman al estado a proteger
los derechos inherentes del ser humano haciendo que se respeten la leyes.
La
última actuación que subrayan los prelados ha sido la necesidad de reformar los órganos
de seguridad, ofreciendo mejores condiciones de servicio a sus agentes y superando
la mentalidad represiva que genera violencia. Porque como el profeta Isaías advierte:
"la verdadera paz es obra de la justicia" (Is 32.17). “Con esta certeza –escriben
los obispos brasileños- necesitamos arrancar de raíz las causas que están en el origen
de la organización del crimen, de sus intenciones y métodos, así como la relación
promiscua entre el público privado y las redes de la corrupción a varios niveles”.
Por último los miembros de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil precisan
la necesidad de ser más solidarios con las personas pobres, “combatiendo la miseria,
el hambre y la marginación social, que les convierte en presa fácil del mundo del
crimen. Precisamos asumir con más claridad y eficacia los valores éticos y espirituales,
cuya pérdida causa enormes perjuicios para la sociedad”.