Carta del Papa para la 57ª Semana Litúrgica Nacional, cita que ha definido como etapa
de preparación para el Convenio Eclesial de la Iglesia italiana
Miércoles, 23 ago (RV).- Benedicto XVI ha enviado, a través del secretario de estado
Vaticano, cardenal Angelo Sodano, una carta saludando a los participantes de la 57ª
Semana Litúrgica Nacional que tiene lugar en Varese (Italia) del 21 al 25 de agosto
bajo el tema: “Celebramos a Jesucristo, esperanza del mundo”. Esta cita anual constituye
una etapa de preparación para el próximo Convenio Eclesial de la Iglesia italiana
que se celebrará en Verona (Italia).
El tema elegido para este Convenio, se
lee en la misiva, indica el hecho de que a través de la celebración litúrgica, el
hombre –inserto en el Misterio pascual- venga trasfigurado por el Resucitado. De este
modo la oración abre nuestra vida al proyecto de Dios y nos empuja a convertirnos
en instrumentos dóciles en sus manos, para transformar el modo de vivir y por consecuencia,
la historia de nuestro ambiente.
La celebración litúrgica abraza de este modo
los varios aspectos de la existencia: el mundo de los afectos y de las relaciones,
la fragilidad y las debilidades compartidas, la experiencia del trabajo y del reposo,
siempre proclamando el primado del amor, señala el texto. El cardenal Sodano recuerda
un fragmento del texto de la Carta Encíclica de Benedicto XVI “Deus Caristas est”
en el que se señala como la experiencia de la bondad de Dios en la liturgia se convierte
en renovación del don de la esperanza. Por este motivo, a través de la transmisión
durante la celebración litúrgica de la felicidad de esperar un mundo mejor, el hombre
siente el amor de Dios, de ahí que haya que prestarle ayuda para que comprenda que
custodiando, reavivando, testimoniando y comunicando la esperanza, se contempla a
Jesús resucitado.
Por último Benedicto XVI desea que en esta 57ª Semana Litúrgica
Nacional se subraye como la esperanza cristiana se alimenta de la acción de la celebración,
acción que continuamente se emerge en la Pascua del Señor, fuente de toda esperanza.
Mientras el Papa asegura su oración para el pleno éxito de los trabajos, invoca a
todos los presentes la materna protección de santa María del Monte.