Ángelus: El Papa desea que tras el acuerdo de paz se ponga fin a los enfrentamientos
en Oriente Medio y pueda asegurarse la asistencia humanitaria
Domingo, 13 ago (RV).- Benedicto XVI un domingo más ha dirigido el rezo del Ángelus
desde el balcón del patio del palacio apostólico de Castelgandolfo. El Santo Padre
se ha dirigido a los fieles presentes recordando que en este periodo de verano muchas
personas han dejado la ciudad y se encuentran en localidades turísticas o en sus países
o pueblos de origen pasando las vacaciones. A todos ellos el Papa les ha deseado que
“esta deseada etapa de reposo les sirva para recuperar fuerzas, tanto físicas como
mentales, puestas en tensión el resto del año a causa de la frenética existencia moderna”.
“Las vacaciones –ha proseguido el Papa- constituyen también una preciosa oportunidad
para estar más tiempo con los familiares, para reencontrar a los parientes y amigos,
en una palabra, para dar más cabida a aquellos contactos humanos, que el ritmo del
trabajo de cada día impide cultivar como se desearía”. Ciertamente, no todos pueden
gozar de un tiempo de vacaciones –ha reconocido el Obispo de Roma- y son muchos también
los que tienen que renunciar a ellas por distintos motivos. El Santo Padre piensa,
en particular, en las personas que están solas, en los ancianos y los enfermos que
a menudo en este periodo sufren todavía más la soledad.
A estos hermanos nuestros,
el Pontífice ha manifestado su cercanía espiritual deseando de corazón que a ninguno
de ellos les falte el apoyo y el consuelo de las personas amigas. Asimismo, el tiempo
de vacaciones, ha recordado Benedicto XVI, es una proficua ocasión para encuentros
culturales, y para momentos prolongados de oración y contemplación, en contacto con
la naturaleza o en monasterios y estructuras religiosas. Disponiendo de más tiempo
libre uno puede dedicarse con mayor calma al coloquio con Dios, a la meditación de
las Sagradas Escrituras y a la lectura de algún libro útil y formativo. Quien pasa
por esta experiencia de reposo del espíritu sabe lo importante que es para no reducir
las vacaciones a mero entretenimiento y diversión.
“La fiel participación
a la celebración eucarística dominical nos ayuda a sentirnos parte viva de la comunidad
eclesial, incluso cuando estamos fuera de la propia parroquia –ha proseguido Benedicto
XVI- En cualquier parte donde nos encontremos, siempre tendremos la necesidad de nutrirnos
con la Eucaristía”. Pero el clima distendido de las vacaciones, no hace que el Papa
se olvide del grave conflicto en Oriente Medio, y a este propósito ha vuelto a hacer
un nuevo llamamiento a la concordia y a la paz.
“Los últimos acontecimientos
hacen esperar en un cese de los enfrentamientos, y que sea asegurada una pronta y
eficaz asistencia humanitaria a las poblaciones –ha exhortado el Obispo de Roma- El
deseo de todos es que finalmente prevalga la paz sobre la violencia y la fuerza de
las armas. Por esto invocamos con insistente confianza a María, siempre dispuesta
desde la gloria celestial, que pasado mañana contemplaremos en su asunción, a interceder
por sus hijos y a socorrer sus necesidades”.
Tras el rezo de la oración
mariana, el Santo Padre ha saludado en distintas lenguas a los peregrinos. Estas han
sido sus palabras en español: “Saludo con afecto
a los peregrinos de lengua española. Que la Virgen María, nuestra Madre, nos ayude
a descubrir siempre la necesidad de alimentar nuestra alma con la presencia y la palabra
de Cristo, saciando nuestra sed de amor en el sacramento de la Eucaristía. Así podremos
seguir con fidelidad el camino de nuestra vocación cristiana. ¡Feliz domingo!”.