2006-07-31 11:28:46

Ángelus: “En nombre de Dios, que ¡se detengan inmediatamente las armas de todas las partes! y que no se escatime esfuerzo alguno para obtener el necesario cese de las hostilidades”


Domingo, 30 jul (RV).- Benedicto XVI no deja de clamar para que los responsables de la trágica espiral de violencia que asola Oriente Medio depongan las armas inmediatamente. Invitando también hoy a implorar de Dios la paz para esta región y para el mundo entero, en la cita de este domingo para el rezo del Ángelus, en el Palacio Pontificio de Castelgandolfo, el Papa ha hecho hincapié una vez más en la gravedad del conflicto en Oriente Medio.


“En este momento no puedo no pensar en la situación, cada vez más grave y trágica que se está viviendo en Oriente Medio –ha dicho el Papa- cientos de muertos, muchísimos heridos, una masa ingente de personas sin techo y de desplazados. Casas, ciudades e infraestructuras destruidas. Al tiempo que en los corazones de muchos parecen crecer el odio y la venganza”. Tras recordar que todo ello demuestra claramente que no se puede restablecer la justicia, crear un orden nuevo y edificar una paz auténtica cuando se utiliza el instrumento de la violencia, el Santo Padre ha insistido en que la no-violencia que indica la Iglesia de Cristo es el único camino para que la humanidad logre la paz.


“Más que nunca vemos cuán profética y al mismo tiempo realista es la voz de la Iglesia, cuando, ante las guerras y los conflictos de todo tipo, indica el camino de la verdad, de la justicia, del amor y de la libertad –ha dicho el Papa recordando la inmortal Encíclica Pacem in terris, del beato Papa Juan XXII- Éste es el camino que la humanidad debe seguir también hoy para alcanzar el anhelado bien de la paz verdadera”.

Después de estas palabras que han sido acogidas con aplausos y gritos que invocaban ‘paz’ por parte de los numerosos peregrinos que han acudido hoy a rezar con el Papa, Benedicto XVI ha pronunciado un nuevo apremiante llamamiento: “En nombre de Dios, me dirijo a todos los responsables de esta espiral de violencia, para que ¡se detengan inmediatamente las armas de todas las partes! A los gobernantes y a las instituciones internacionales les pido que no se escatime esfuerzo alguno para obtener este necesario cese de las hostilidades y para poder empezar así a construir, por medio del diálogo, una convivencia estable y duradera de todos los pueblos de Oriente Medio”.

Que se detenga pues la violencia y que se intensifique la ayuda humanitaria, sin dejar de rogar a Dios, para que por intercesión de María, reine en este mundo la reconciliación: “A los hombres de buena voluntad les pido que sigan intensificando los envíos de ayuda humanitaria a aquellas poblaciones tan probadas y necesitadas. Pero, ante todo, que de todos los corazones se siga elevando la oración confiada a Dios bueno y misericordioso, para que conceda su paz a aquella región y al mundo entero. Encomendemos esta apremiante súplica a la intercesión de María, Madre del Príncipe de la Paz y Reina de la Paz, tan venerada en los países mediorientales, donde esperamos ver reinar pronto aquella reconciliación por la cual el Señor Jesús ofreció su Sangre preciosa”.

En su primer Ángelus en Castelgandolfo, después de los días que transcurrió en el Valle italiano de Aosta, el Papa ha señalado que permanecerá todo el verano en esta localidad que se encuentra cerca de Roma, con una breve interrupción en septiembre, cuando viajará a su Baviera natal. El Santo Padre, hablando en otras lenguas, ha expresado también los deseos universales de paz y de concordia fraterna que tan necesarios son en estos momentos, sobre todo en Medio Oriente. Estas han sido sus palabras en español: RealAudioMP3 “Saludo a los peregrinos de lengua española llegados a Castel Gandolfo para el rezo del Ángelus. También a cuantos se unen a través de la radio y la televisión. Pidamos al Señor, por intercesión de Santa María, Reina de la Paz, que se depongan las armas y cese la violencia en Medio Oriente. ¡Buen domingo!”.

El Pontífice asimismo ha recordado que durante la próxima semana se celebrará la memoria litúrgica de Nuestra Señora de las Nieves y de algunos grandes santos. Mañana, san Ignacio de Loyola, fundador de los jesuitas; el 2 de agosto, san Alfonso María de Liguori, fundador de los Redentoristas; el viernes, san Juan María Vianney, el cura de Ars, patrono de los párrocos. “Que el ejemplo y la intercesión de todos estos luminosos testimonios -ha dicho el Santo Padre- nos ayuden a progresar en el camino de la santidad”.








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