Tras la Conferencia Internacional para el Líbano la Santa Sede sigue abogando por
“una suspensión inmediata de las hostilidades”
Jueves, 27 jul (RV).- Benedicto XVI sigue rezando por la paz en Oriente Medio y está
cerca de las víctimas inocentes de un conflicto que no les pertenece. Después de la
Conferencia Internacional para el Líbano, celebrada en Roma, la Santa Sede sigue abogando
por “una suspensión inmediata de las hostilidades”, así lo ha declarado ante nuestros
micrófonos, monseñor Lajolo, que participó ayer en la Conferencia de Roma para el
Líbano: “La Santa Sede sigue abogando por la suspensión inmediata de las hostilidades.
Los problemas que hay que afrontar son múltiples y extremadamente complejos, precisamente
por ello no pueden ser afrontados en conjunto. Aún teniendo presente el cuadro general
y la solución global que se debe alcanzar hay que resolver los problemas por partes.
Empezando por aquellos que se pueden resolver de inmediaro. La posición de los que
sostienen que se deben crear, ante todo, condiciones para que la tregua no se vuelva
a violar una vez más es sólo aparentemente ‘realista’, ya que dichas condiciones pueden
y deben ser creadas con otros medios que no sean la matanza de personas inocentes”.
El
Secretario para las Relaciones con los Estados ha puesto de relieve que Benedicto
XVI sigue rezando por la paz, renueva sus llamamientos a los políticos y recuerda
que es posible y es un deber hacer que callen las armas. En este sentido ha declarado
que “el Papa está espiritualmente cercano a esas poblaciones víctimas de contraposiciones
y de conflictos que no les pertenecen. Benedicto XVI reza, y con él toda la Iglesia,
con el fin de que el día de la paz sea hoy mismo y no mañana. Él ruega a Dios y suplica
a los responsables políticos. El Papa llora con cada madre que llora por sus hijos.
Una suspensión inmediata de las hostilidades es posible, por lo tanto es un deber”.
Ante
la Conferencia Internacional para el Líbano, celebrada ayer en Roma y en la que participó
la Santa Sede, habiendo sido invitada en calidad de Observador, Mons. Lajolo –que,
recordamos, encabezaba la delegación vaticana- ha declarado ante nuestros micrófonos
que este encuentro ha sido ciertamente positivo por haber sido organizado con tanta
rapidez y por haberse centrado en los temas más urgentes del momento. El prelado ha
destacado asimismo las palabras del primer ministro libanés en dicha conferencia sobre
la dramática situación que está sufriendo este país y el plan presentado por el mismo
primer ministro para superar “inmediata y definitivamente este conflicto con Israel”.
En la tarde de ayer, después de la Conferencia celebrada en el ministerio
italiano de exteriores, el primer ministro libanés, acompañado por el ministro de
Relaciones Exteriores del Líbano pidieron ser recibidos por el Cardenal Secretario
de Estado Angelo Sodano, y por el mismo Mons. Lajolo. El mandatario y el jefe de la
diplomacia del Líbano expresaron “profundo aprecio y gratitud por el empeño con el
que el Papa personalmente y la Santa Sede siguen el conflicto que asola la nación
libanesa, recodando asimismo las palabras de Juan Pablo II, que definió al Líbano
no solo un país, sino un mensaje para todos los pueblos del mundo”.
Sobre
cierta desilusión debido a la falta de un llamamiento para el alto fuego inmediato,
monseñor Lajolo ha citado cuatro aspectos positivos de la Conferencia de Roma. El
que se hayan reunido “países de diversas partes del mundo con la conciencia de la
gravedad de lo que está ocurriendo en Líbano, reafirmando así la necesidad de que
la nación libanesa recupere cuanto antes su soberanía plena y comprometiéndose en
una ayuda concreta”. El segundo punto positivo destacado por Mons. Lajolo es “la solicitud
para que se forme una fuerza internacional, bajo mandato de la ONU, que sostenga las
fuerzas regulares libanesas en materia de seguridad”. El tercero es el “compromiso
para una ayuda humanitaria inmediata al pueblo del Líbano y la seguridad de un sostén
para su reconstrucción con la convocación de una Conferencia de Donantes”. Además,
varios países que han participado en la cumbre romana han anunciado que contribuirán
generosamente, aunque esas ayudas no parecen suficientes debido a las graves y grandes
necesidades del Líbano. El cuarto punto positivo ha sido el compromiso adoptado después
de la clausura oficial de la Conferencia de “mantenerse en permanente contacto sobre
los nuevos desarrollos que se presenten ante la intervención de la comunidad en Líbano”.
Y
ahora, sobre los resultados de la cumbre del Líbano en Roma, oigamos la reacción del
embajador argentino ante la Santa Sede, Carlos Luís Custer.
Benedicto
XVI ha pedido rezar y encontrar una solución sobre todo para las ayudas humanitarias
a la población libanesa. Como atento observador diplomático ante la Santa Sede, ¿cómo
ve este compromiso del Papa y de la Iglesia?.