2006-07-27 15:46:42

Felicitaciones de Benedicto XVI en una carta al cardenal Angelini en su 50 aniversario de ordenación sacerdotal


Miércoles, 26 jul (RV).- El Santo Padre ha enviado una carta al cardenal Fiorenzo Angelini con motivo de su 50 aniversario de ordenación episcopal. Será el próximo 29 de julio cuando se llevará a cabo esta celebración, que tuvo lugar, como le recuerda Benedicto XVI en su carta, en la Iglesia de San Ignacio de Roma, ciudad en la que nació el 1 de agosto de 1916, y por lo tanto, celebrará inmediatamente los 90 años. “En esta feliz circunstancia”, le escribe textualmente el Papa, “estoy muy contento de hacerle llegar la expresión de mi más cordial felicitación y de expresarle mis más fervientes votos de augurio, asegurándole un recuerdo especial en la oración y asociándose a su acción de gracias al Señor por tantos dones con los que ha querido enriquecer su vida y su ministerio, para la edificación de la Iglesia en Roma, en Italia y en el mundo”.

Benedicto XVI por medio de esta carta recuerda puntualmente toda la labor desarrollada por el purpurado italiano a lo largo de los años de ministerio, y refiriéndose al trabajo desarrollado por el cardenal Angelini durante el pontificado de Juan Pablo II, le recuerda que se encontró en perfecta sintonía con el amado Papa creándose el Pontificio Consejo de la Pastoral para los Agentes Sanitarios, al que el Papa le confió la presidencia. También Benedicto XVI le recuerda en la misiva que, durante su presidencia, entre otras cosas, se instituyó la Jornada Mundial del Enfermo y se proyectó la Pontificia Academia para la Vida.

El Santo Padre, en su carta, le señala al cardenal italiano, que en los años más recientes, continuando con su vida pasada al servicio del hombre, especialmente al que sufre, “ha fundado un Instituto Internacional de Investigación sobre el Rostro de Cristo, en colaboración con la Congregación Benedictina de las hermanas Reparadoras del Santo Rostro de Nuestro Señor Jesucristo, promoviendo la celebración anual de congresos internacionales”.

“Narrar las obras de Dios significa alabarle, por esto he querido, señor cardenal -le escribe textualmente el Papa- recordarle el intenso trabajo que ha realizado y continúa realizando en la viña del Señor, para darle gracias a Él, y al mismo tiempo, reconocerle el mérito de quién ha sabido hacerse instrumento dócil, y sabio de su divina iniciativa”. El Papa finaliza su carta al Cardenal Angelini aludiendo a la invocación mariana que el purpurado aprendió en el Seminario romano: “Madre mía, confianza mía”.








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