El Papa espera que el Simposio dedicado al Amazonas atraiga la atención de pueblos
y gobiernos sobre los problemas de una región tan amenazada en su equilibrio ecológico
Jueves, 20 jul (RV).- Benedicto XVI espera que el Simposio dedicado al Amazonas atraiga
la atención de los pueblos y los gobiernos sobre los problemas, necesidades y urgencias
de esta región tan probada y tan amenazada en su equilibrio ecológico. En un mensaje
dirigido al patriarca Bartolomé I, promotor del Simposio “El Río Amazonas, fuente
de Vida”, el Papa ha subrayado que la belleza e imponencia de los ríos y los bosques
de la región amazónica “nos hablan de Dios y de su grandiosa obra en favor del hombre”.
Desde
el pasado 13 de julio hasta hoy, y en el marco del proyecto “Religión, Ciencia y Desarrollo”,
ha tenido lugar en Brasil el sexto de los simposios dedicados al ambiente y la salvaguardia
de la creación. Un proyecto promovido por el patriarca ecuménico Su Santidad Bartolomé
y cuya finalidad primordial es la de promover la toma de conciencia de los graves
problemas que amenazan la creación y el compromiso de una acción conjunta de los cristianos
y los hombres de religión para intentar poner remedio.
Concretamente éste sexto
Simposio ha sido organizado por el Patriarca ecuménico y el Comité permanente de “Religión,
Ciencia y desarrollo” en colaboración con el Episcopado de la Iglesia católica en
Brasil. Ya en 2002 Juan Pablo II se adhirió al proyecto del Patriarca firmando con
él una declaración común en la conclusión del cuarto Simposio, dedicado en aquella
ocasión al mar Adriático.
El pasado 5 de julio el mismo Benedicto XVI, durante
la Audiencia general, se refirió al Simposio dedicado al Amazonas con el deseo de
que “esta importante iniciativa promovida por el Patriarca Bartolomé pudiese suscitar
cada vez más respeto por la naturaleza que Dios confió en las manos trabajadoras y
responsables del hombre.
El Pontífice, en su mensaje manifiesta su adhesión
a los valores de este Simposio y constata este compromiso común como un ejemplo de
esa colaboración que deben buscar ortodoxos y católicos con constancia para responder
al objetivo de un testimonio común.