Ángelus: “Ni los actos terroristas, ni las represalias, sobre todo cuando provocan
trágicas consecuencias para la población civil, pueden justificarse. Siguiendo estos
caminos no se llega a resultados positivos”
Domingo, 16 jul (RV).- Benedicto XVI ha recitado hoy su primer Ángelus desde la localidad
italiana de Le Combes, en el Valle de Aosta, donde está pasando unos días de descanso.
El Santo Padre ha dirigido, tras el rezo mariano del Ángelus, palabras de preocupación
ante los actos terroristas perpetrados en Tierra Santa.
“En estos últimos días
las noticias de Tierra Santa son, para todos, motivo de graves preocupaciones, en
particular por la extensión de las acciones bélicas también al Líbano y por las numerosas
víctimas registradas entre la población civil –ha dicho el Obispo de Roma, añadiendo
que- En el origen de estas despiadadas contraposiciones están, por desgracia, objetivas
situaciones de violación del derecho y la justicia. Pero ni los actos terroristas,
ni las represalias, sobre todo cuando provocan trágicas consecuencias para la población
civil, pueden justificarse –ha dicho rotundo el Papa- Siguiendo estos caminos, como
lo demuestra la amarga experiencia vivida, no se llega a resultados positivos”
Y
tras constatar esta dura realidad, el Papa ha realizado una petición a la Virgen del
Carmen, cuyo templo se sitúa en el Monte de Tierra Santa, a pocos kilómetros del Líbano
y que domina la ciudad israelí de Haifa, también afectada por los atentados: “Rogamos
a María, Reina de la Paz, para que impetre de Dios el don de la concordia, llevando
a los responsables políticos por la vía de la razón y abriendo nuevas posibilidades
de diálogo y de entendimiento. Siguiendo esta perspectiva, invito a las Iglesias locales
a elevar oraciones especiales por la paz en Tierra Santa y en todo Oriente Medio”.
Precisamente
a la Virgen del Carmen ha querido dedicar el Papa su alocución previa al rezo mariano
del Ángelus. Tras saludar y agradecer su acogida en el Valle de Aosta, “en la casa
que hospedó tantas veces a Juan Pablo II”, el Obispo de Roma ha puesto de relieve
la figura del profeta Elías, “quien en el siglo IX a.C. defendió valerosamente, de
la contaminación de cultos idólatras, la pureza de la fe en un Dios único y verdadero”,
y de donde nace la Orden de los “Carmelitas”.
A dicha orden, ha recordado el
Papa, han pertenecido grandes santos como santa Teresa de Ávila, san Juan de la Cruz,
santa Teresa del Niño Jesús o santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein), que
“han difundido por el pueblo cristiano la devoción a la Beata Virgen del Monte Carmelo,
poniéndola como modelo de oración, de contemplación y de dedicación a Dios”.
María,
de hecho fue la primera en creer y experimentar que Jesús, Verbo encarnado, es el
culmen del encuentro del hombre con Dios. “A la Reina del Monte Carmelo –ha finalizado
el Papa su alocución previa al rezo mariano- deseo confiar hoy todas las comunidades
de vida contemplativa esparcidas por el mundo, de modo especial, a las de la Orden
Carmelita”.
Y tras el rezo del Ángelus y el responso por los fieles difuntos,
Benedicto XVI ha saludado en varios idiomas, estas han sido sus palabras en español:
"Saludo a los peregrinos
de lengua española aquí presentes y a los que participáis en el rezo del Ángelus a
través de los diversos medios de comunicación. Que el tiempo veraniego sea un aliciente
para recobrar el sosiego interior que nos permite descubrir con mayor nitidez la hermosura
de los muchos dones que hemos recibido de Dios a través de la naturaleza y contemplarlos
en familia y con los demás en espíritu de amistad. ¡Feliz domingo!".
Y en italiano
el Papa ha querido dirigir un saludo a quienes participan en el curso para animadores
de la pastoral familiar organizado por la Conferencia Episcopal Italiana. “Mientras
sigue vivo el recuerdo del Encuentro Mundial de las Familias que celebramos en Valencia,
España, renuevo mi aliento a las familias cristianas, para que sepan vivir y transmitir
con felicidad la fe a las nuevas generaciones”