Mensaje del Papa en el 80 aniversario de la creación de la archidiócesis lituana de
Kaunas
Viernes, 30 jun (RV).- Benedicto XVI ha escrito una carta al arzobispo metropolitano
de Kaunas con motivo del 80 aniversario de la erección de la provincia eclesiástica
y la creación de esta archidiócesis de Lituania. El 4 de abril de 1926 el papa Pío
XI, con la Constitución Apostólica Lituanorum gente coronaba el antiguo deseo de los
obispos y de los fieles lituanos, tras el renacimiento del propio estado al final
del primer conflicto mundial, que pedían una organización eclesiástica en tierra lituana.
En
su carta el Papa recuerda “las dolorosas pruebas que el pueblo lituano ha afrontado
en las últimas 8 décadas. La provincia eclesiástica sufrió la dura persecución soviética,
contraria a los valores de la fe católica profundamente radicados en gran parte de
la población lituana”. “Pero los años de prueba – escribe el Papa- han visto florecer
un verdadero vivero de testimonios y de mártires de la fe”.
Tras la caída de
la dictadura comunista, el pueblo lituano readquirió su libertad y se ha ido insertando
cada vez más profundamente en la familia de las naciones, ofreciendo su propio patrimonio
de valores, como contribución. Para el Pontífice la libertad reencontrada junto a
los nuevos retos de la Iglesia han evidenciado la necesidad de la reorganización de
la Provincia eclesiástica. Una necesidad que llevó a cabo Juan Pablo II con la constitución
de la nueva provincia eclesiástica de Vilnius.
En esta feliz circunstancia
del aniversario el Papa dirige su mirada hacia las nuevas exigencias de la vida actual,
que exige de los católicos lituanos un testimonio vigoroso y maduro de los valores
humanos y cristianos heredados de los padres. “Como testimonian las lecciones de
la historia pasada y reciente – escribe el Santo Padre- el mal uso de la libertad
conduce al vaciamiento y a la ruina del verdadero rostro del auténtico hombre. La
autenticidad de la vida cristiana se manifiesta en el testimonio de la caridad activa
hacia todos, con la base de la íntima certeza de que Dios es Amor”.