Benedicto XVI manifiesta su especial cercanía espiritual al continente africano, pidiendo
al Señor que ayude a los pueblos de estos países a avanzar por el camino de la paz
y del desarrollo integral
Viernes, 30 jun (RV).- Benedicto XVI ha recibido esta mañana a los 27 arzobispos metropolitanos
a los que ayer impuso el palio y les ha exhortado a seguir trabajando cuidadosamente
en la viña del Señor.
Benedicto XVI ha recibido esta mañana a los 27 arzobispos
metropolitanos a los que ayer impuso el palio. El Santo Padre se ha dirigido a los
prelados en un discurso articulado en distintas lenguas según el origen de su procedencia,
es decir 11 de América, 5 de África, 3 de Asia y 8 de Europa.
En su saludo
a los peregrinos provenientes de Francia y África, que acompañaban a los arzobispos
que han recibido el Palio, Benedicto XVI ha manifestado su especial cercanía espiritual
al continente africano, pidiendo al Señor que ayude a los pueblos de estos países
a avanzar por el camino de la paz y del desarrollo integral.
En español Benedicto
XVI se ha dirigido a los arzobispos de Caracas, Jorge Liberato Urosa; de Cartagena,
Jorge Enrique Jiménez de Carvajal; de Resistencia, Fabriciano Sigampa; y de Rosario,
José Luis Mollaghan.
Saludo con
afecto a los Arzobispos de lengua española y a cuantos les han acompañado en la significativa
ceremonia de la imposición del Palio, que los distingue y manifiesta su función como
Metropolitanos. Queridos fieles que los acompañáis, os ruego que sigáis cercanos a
ellos con la oración y la colaboración generosa, constante y leal, para que cumplan
su misión según los deseos de Dios. Ruego a la Santísima Virgen María, tan entrañablemente
venerada en vuestras tierras – Venezuela, Colombia y Argentina –, que aliente el ministerio
de los Arzobispos y acompañe con ternura a los sacerdotes, comunidades religiosas
y fieles de sus Arquidiócesis. Llevadles a todos mi afectuoso saludo, junto con la
Bendición Apostólica, que ahora os imparto de corazón.
“Este encuentro
– les ha dicho a todos los arzobispos- subraya cómo el Señor continúa cuidando de
su pueblo, no dejando que le falten pastores y guías seguros. Debemos ser conscientes
de que cada uno de nosotros, según su propia vocación, está llamado a trabajar cuidadosamente
en su viña, para ser todos miembros vivos de su cuerpo místico que es la Iglesia”.