2006-06-10 17:36:21

Los mandamientos de la ley de Dios


LA FAMILIA, TRANSMISORA DE LA FE
Catequesis preparatorias para el
V Encuentro Mundial de las Familias en Valencia, España

Los mandamientos de la ley de dios

No sabemos si es una parábola o un hecho real el caso del joven rico, pero es muy verosímil que un rico sea un ser insatisfecho. Este joven del evangelio lo demuestra. Es rico, dice que ha cumplido todos los mandamientos, o sea que es buena persona, entonces ¿qué más quiere? Algo le pasa. Tiene todo y sin embargo está insatisfecho, porque le pregunta a Jesús: "¿Qué he de hacer yo para conseguir la vida eterna?” Mt 19, 16-22.

Benedicto XVI nos decía en una de sus últimas homilías (19-III-06) que los mandamientos más que una imposición son un don. Dios, que había liberado al pueblo de la esclavitud de Egipto, no quiere que vuelva a otras esclavitudes; los mandamientos son unas defensas para que nuestra libertad no se esclavice, y obtener así la salvación.

Los mandamientos, según nos proponen las catequesis preparatorias, sirven para proteger la inviolabilidad de la vida, el respeto a la mutua donación conyugal y el deber de la procreación y educación de los hijos, la celebración comunitaria de las fiestas, la defensa de la verdad frente a las injurias, de la fama y los bienes del vecino …

“Los mandamientos reciben su plena significación en el interior de la Nueva Alianza; porque es en este contexto de correspondencia a la fidelidad de Dios, donde el obrar del hombre adquiere su sentido. Así, el comportamiento moral es "respuesta" a la iniciativa amorosa del Señor, expresada en su Alianza: es el reconocimiento, el homenaje y la cooperación con el designio que Dios se propone en la historia. Por eso, los mandamientos han de ser contemplados no sólo como mandatos sino como una posibilidad gozosa de responder a la voluntad de Dios”.

Los tres primeros enuncian directamente las exigencias del amor de Dios; los restantes, las del amor al prójimo. Ellos nos enseñan la verdadera humanidad del hombre, es decir: ponen de relieve los deberes esenciales y, por tanto, los derechos fundamentales inherentes a la persona humana. Aunque de suyo la mente humana puede alcanzar el conocimiento de estos mandamientos, sin embargo, dada su condición pecadora, el hombre necesita de la Revelación de Dios para alcanzar un conocimiento completo y cierto de esta ley natural.

Si los mandamientos no son imposiciones, sino ayudas que Dios da para facilitar nuestro caminar por esta vida, la mejor catequesis la hacen los padres cuando dan ejemplo de sus comportamientos en la vida. “Los hijos no obedecen, imitan” decía una frase de pedagogía familiar. Por eso insiste esta catequesis preparatoria en lo siguiente:
“La actitud respetuosa y religiosa hacia la Ley de Dios por parte de los padres hace que los hijos perciban en su corazón quién es el verdadero autor y legislador de la ley natural y de los preceptos divinos. Ayuda mucho a formar rectamente la conciencia de los hijos que los padres sepan distinguir en su conducta qué cosas están mandadas por la Ley de Dios y qué otras quedan a la libre determinación de cada persona.

La conducta honrada, que busca siempre hacer lo mejor y buscar la voluntad de Dios, puede reconocer con más facilidad los errores y los egoísmos que nos esclavizan. Esta actitud de sinceridad será la que nos haga reconocernos pecadores y necesitados del perdón de Dios.
“Además, si los padres reconocen oportunamente sus propios fallos e incumplimientos de la Ley de Dios, contribuirán a que los hijos reconozcan también los suyos en un clima de sinceridad, sin recurrir a la fácil excusa o a la culpabilidad enfermiza”.

Los padres transmiten a los hijos la adhesión amorosa a los mandamientos cuando contrastan las exigencias de cada uno de ellos y los aplican en la vida familiar o social,. Los padres perfeccionan así de un modo práctico la catequesis institucional y la enseñanza escolar de la Religión.

Nos quedamos con las siguientes preguntas para que cada cristiano aprenda a responderlas: ¿Cómo descubrir la voluntad de Dios en cada mandamiento? Con una actitud humilde de búsqueda de lo mejor para cada momento ¿Cuál es el principal mandamiento de la Ley de Dios? Amar a Dios, a quien no vemos, en el que tenemos lado, hijo suyo y hermano nuestro.
Acabamos con la Oración por la familia: Oh Dios que has puesto la plenitud de la Ley en el amor a ti y al prójimo, concédenos cumplir tus mandamientos, para llegar así a la vida eterna. Por Jesucristo nuestro Señor.







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