2006-06-04 16:08:34

Regina Coeli: un día después del multitudinario encuentro con los movimientos eclesiales y de las nuevas Comunidades de todo el mundo el Papa reafirma cómo la solemnidad de Pentecostés nos invita a volver a los orígenes de la Iglesia


Domingo, 4 jun (RV).- La solemnidad de Pentecostés nos invita a volver a los orígenes de la Iglesia que, como ha recordado hoy Benedicto XVI durante el Regina Coeli citando al Concilio Vaticano II, ha sido manifestado por la efusión del Espíritu Santo. A mediodía durante la oración del Regina Coeli, el Papa ha subrayado cómo “en Pentecostés la Iglesia se manifestó una, santa, católica y apostólica, con el don de hablar todas las lenguas del mundo, porque la Buena Nueva del amor de Dios va dirigida a todos los pueblos”.

Continuando con las enseñanzas del Concilio, el Santo Padre ha subrayado que el Espíritu guía a la Iglesia a toda la verdad, la unifica en comunión y ministerio, y la provee y gobierna con diversos dones jerárquicos y carismáticos y la embellece con sus frutos.

“Entre las realidades suscitadas por el espíritu de la Iglesia están los Movimientos y las Comunidades eclesiales, que ayer he tenido la alegría de encontrar en esta Plaza, en un gran encuentro mundial. Toda la Iglesia, como amaba decir el papa Juan Pablo II, es un único gran movimiento animado por el Espíritu Santo, un río que atraviesa la historia para regarla con la gracia de Dios y hacerla fecunda de vida, de bondad, de belleza, de justicia, de paz”.

Tras el rezo mariano Benedicto XVI ha saludado a los fieles que se encontraban en la plaza de san Pedro en distintas lenguas. Éste ha sido su saludo en español. RealAudioMP3

Saludo con afecto a los fieles de lengua española, exhortando a todos a invocar los dones del Espíritu Santo, que santifica la Iglesia, para robustecer la fe, vivificar la esperanza e iluminar el camino que lleva a renovar la faz de la tierra. ¡Feliz Pentecostés!

Previamente Benedicto XVI había celebrado en la misma plaza de san Pedro la Santa Misa en la Solemnidad de Pentecostés. El Pontífice en su homilía ha hablado de este día especial en el que tuvo lugar el inicio de la misión de la Iglesia en el mundo.

“Permanecer juntos fue la condición de Jesús para acoger el don del Espíritu Santo; presupuesto de su concordia fue una prolongada oración. De esta forma encontramos delineada una formidable lección para cada comunidad cristiana”

Benedicto XVI ha resaltado cómo la alianza con Israel se extendió a todos los pueblos de la Tierra y cómo la Iglesia es católica y misionera desde su nacimiento. “La universalidad de la salvación – ha dicho el Santo Padre- viene significativamente subrayada por la lista de las numerosas etnias a que pertenecen quienes escuchan el primer anuncio de los apóstoles”.

“El pueblo de Dios, que había encontrado en el Sinaí su primera configuración, se amplía hasta no conocer ni fronteras ni razas, ni culturas ni espacio de tiempo”. En este contexto el Papa ha recordado lo que ocurrió con la torre de Babel cuando los hombres convencidos de poder construir con sus propias manos un camino hacia el cielo, habían acabado destruyendo su misma capacidad de comprensión recíproca. En el extremo opuesto encontramos la Pentecostés del Espíritu, que con el don de las lenguas, demuestra que su presencia une y transforma la confusión en comunión

“El orgullo y el egoísmo siempre crean división, levantan el muro de la indiferencia, del odio y de la violencia. Por el contrario, el Espíritu Santo vuelve capaces a los corazones de comprender las lenguas de todos, porque restablece el puente de la auténtica comunicación entre la Tierra y el Cielo. El Espíritu Santo es Amor”.







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