2006-05-31 15:27:51

Benedicto XVI se despide de Polonia con una exhortación a permanecer como fieles custodios del depósito cristiano y transmitirlo a las generaciones futuras


Lunes, 29 may (RV).- Mientras Benedicto XVI se encuentra nuevamente en el Vaticano, al concluir ayer su peregrinación a Polonia, siguen vibrando las emociones que conmocionaron los corazones de innumerables personas, cuando daban la vuelta al mundo las imágenes y las palabras del Papa - ‘hijo del pueblo alemán’ - en Auschwitz, ‘valle oscuro de la humanidad’. Con el anhelo de que del recuerdo del horror brote la resistencia contra el mal y triunfe el amor.

Benedicto XVI finalizó ayer por la noche su viaje pastoral a Polonia donde ha transcurrido cuatro días. En la tarde de ayer el Santo Padre visitó los campos de concentración de Auschwitz - Birkenau. De su entrada así como sus primeros momentos en Auschwitz nos informa Patricia Jáuregui: RealAudioMP3

Nuestra enviada especial a Polonia nos relata los indescriptibles momentos vividos por Benedicto XVI en Auschwitz y después en Birkenau: RealAudioMP3

Después de esta invocación al Dios de la paz, Benedicto XVI pronunció su vibrante alocución: RealAudioMP3

Y, desde el campo de Birkenau, Benedicto XVI se trasladó al aeropuerto de Cracovia para emprender su viaje de regreso a Roma. Al concluir estos cuatros días de peregrinación en la tierra de su amado predecesor, el Siervo de Dios Juan Pablo II, el Santo Padre renovó a los polacos la exhortación que les dirigió el Papa Wojtyla, despidiéndose, por última vez de su patria. Palabras de esperanza que invitan al testimonio cristiano, a la misericordia, a la solidaridad y a perseverar en la fe, desarrollando el papel que les corresponde en Europa y en el mundo: «Cuando hace cuatro años, despidiéndose de su patria por última vez, mi amado predecesor Juan Pablo II exhortó a la nación polaca a dejarse guiar siempre por sentimientos de misericordia, de fraterna solidaridad y de entrega al bien común, expresando su firme confianza en que, de este modo, esta misma nación no sólo podía encontrar un lugar apropiado en la Europa unida, sino que además con su tradición podía enriquecer este continente y el mundo entero.

Ayer, mientras la presencia de los polacos en la familia de los estados de Europa se va consolidando cada vez más, Benedicto XVI renovó de todo corazón aquellas palabras de esperanza: «Os ruego que permanezcáis como fieles custodios del depósito cristiano y que lo transmitáis a las generaciones futuras». Nuestra enviada especial, Patricia Jáuregui, nos ofrece una crónica conclusiva de esta visita apostólica de Benedicto XVI a Polonia: RealAudioMP3







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