Regina Coeli: El Papa recuerda el atentado a Juan Pablo II en 1981 y llama a confiar
en el triunfo del Corazón de María, signo del Pontificado de Wojtyla
Domingo, 14 may (RV).- Como es tradicional, a mediodía de hoy, V Domingo de Pascua,
el Santo Padre se ha asomado a la ventana de su despacho privado en Vaticano para
rezar, junto a los miles de fieles congregados en la plaza de san Pedro, el Regina
Coeli, el rezo mariano que sustituye al Ángelus en el periodo Pascual. En su discurso
previo a este rezo, Benedicto XVI ha recordado de forma especial, la intercesión de
la Virgen, cuando hace 25 años, un 13 de mayo, Juan Pablo II sufrió un atentado que
pudo haber sido mortal.
“El 13 de mayo de 1981, hace ya 25 años, el Siervo
de Dios, Juan Pablo II, sintió ser salvado milagrosamente de la muerte gracias a la
intervención de ‘una mano materna’, como él mismo definió, estando marcado todo su
Pontificado por lo que la Virgen había preanunciado en Fátima: ‘Al final mi Corazón
Inmaculado triunfará’”, ha señalado el Pontífice.
Porque a pesar de las preocupaciones
y los sufrimientos estas palabras de la “Blanca Señora” nos son de conforto, como
ha enfatizado Benedicto XVI, señalando asimismo la festividad de ayer en la que recordamos
las apariciones de Fátima, donde en 1917 se manifestó la Virgen en varias ocasiones
a tres niños, los pastorcillos Francisco, Jacinta y Lucia.
“El mensaje que
les confió fue un llamamiento a la oración y a la conversión –ha explicado el Obispo
de Roma- mensaje realmente profético considerando que el siglo XX se ha visto afligido
por destrucciones inauditas, causadas por guerras y por regímenes totalitarios, además
de las persecuciones llevadas a cabo contra la Iglesia”.
En este V Domingo
de Pascua, el Papa también ha querido poner de relieve el significado de la liturgia
de hoy que presenta una página del Evangelio de Juan, en la que Jesús, hablando a
sus discípulos en la Última Cena, les exhorta a permanecer unidos a Él como el sarmiento
a la Vid.
Se trata de una parábola realmente significativa porque expresa con
gran eficacia que la vida cristiana es misterio de comunión con Jesús: “El que permanece
en mí, como yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no podéis hacer nada”
(Jn 15,5). En este sentido Benedicto XVI ha recordado que “el secreto de la fecundidad
espiritual es la unión con Dios, unión que se realiza sobre todo en la Eucaristía,
justamente llamada Comunión”.
“Me gusta subrayar tal misterio de unidad y de
amor en este periodo del año, en el que muchísimas comunidades parroquiales celebran
la primera Comunión de los niños –ha proseguido el Papa- A todos los niños que en
estas semanas se encuentran por primera vez con Jesús en la Eucaristía, deseo dirigirles
un saludo especial, deseándoles que lleguen a ser sarmientos de la Vid que es Jesús
y que crezcan como sus verdaderos discípulos”.
Y tras el rezo mariano del Regina
Coeli, y el responso por los fieles difuntos, Benedicto XVI ha saludado en varias
lenguas. En polaco ha recordado de nuevo el aniversario del atentado contra Juan Pablo
II, mientras que en italiano ha saludado de forma especial a los participantes en
la “Maratón de Primavera”, cita que se inserta en la “Fiesta del Colegio” organizada
por el Vicariato de Roma. En español estas han sido sus palabras: Saludo cordialmente
a los peregrinos de lengua española. Al recordar a la Virgen de Fátima, cuya fiesta
hemos celebrado ayer, le pedimos que a través de la oración y la participación frecuente
en la Eucaristía, nos ayude a estar cada vez más unidos a Cristo, como los sarmientos
a la vid, dando así abundantes frutos de fe y amor con el testimonio de nuestra vida
cristiana. ¡Feliz Domingo!