2006-05-13 15:28:53

Benedicto XVI anuncia su viaje a Valencia el próximo mes de julio para clausurar el V Encuentro Mundial de las Familias


Sábado, 13 may (RV).- Benedicto XVI ha anunciado su viaje apostólico a Valencia para clausurar el V encuentro Mundial de las Familias que tendrá lugar en la capital valenciana del 1 al 9 de julio. El Santo Padre lo ha manifestado durante el discurso que ha dirigido a los participantes en Asamblea Plenaria del Pontificio Consejo para la Familia, en la sala Clementina del Vaticano.

El Pontífice ha hecho también un llamamiento en defensa de la familia fundada sobre el matrimonio, al recibir a los participantes en la Asamblea Plenaria del Pontificio Consejo para la familia. RealAudioMP3
 Aprovecho, además la ocasión para reiterar la invitación a todas las comunidades diocesanas a participar con sus delegaciones en el V Encuentro Mundial de las Familias, que tendrá lugar el próximo julio en Valencia, España, al que, Dios mediante, tendré la alegría de participar personalmente.
 Con estas palabras Benedicto XVI ha anunciado su viaje apostólico a Valencia para clausurar el V encuentro Mundial de las Familias que tendrá lugar en la capital valenciana del uno al 9 de julio. El Santo Padre lo ha manifestado durante el discurso que ha dirigido a los participantes en Asamblea Plenaria del Pontificio Consejo para la Familia, en la sala Clementina del Vaticano.

Tras este importante anuncio el director de la oficina de Prensa de la Santa Sede, Joaquín Navarro-Valls ha declarado que los días 8 y 9 de julio de este año, el Santo Padre Benedicto XVI realizará un Viaje Apostólico a Valencia (España) en ocasión del V Encuentro Mundial de las Familias.

Minutos después, el arzobispo Metropolitano de Valencia, Mons, Agustín García Gasco, que ha estado presente en la audiencia con el Santo Padre, nos ha hecho la siguiente valoración: RealAudioMP3

Asimismo, tras el anuncio de la visita pastoral del Santo Padre a Valencia hemos pulsado la opinión del sacerdote e historiador valenciano, el protonotario apostólico Vicente Cárcel Ortí, y colaborador de nuestra emisora: RealAudioMP3

Finalmente escuchemos al siervo de Dios Juan Pablo cuando en enero del ano 2003 anunciaba al mundo a Valencia como ciudad sede para este importante evento. RealAudioMP3

Es menester defender “la familia fundada sobre el matrimonio” porque es “el fundamento de la sociedad y esto interesa a los creyentes y a los no creyentes”. Así lo ha manifestado Benedicto XVI al recibir esta mañana en la Sala Clementina del Vaticano a los participantes del Pontificio Consejo para la Familia, que celebra estos días su 25 aniversario. Este dicasterio fue creado por Juan Pablo II el 9 de mayo de 1981.

Benedicto XVI ha hablado de las “uniones de hecho que rechazando las obligaciones del matrimonio pretenden disfrutar de derechos equivalentes” y de las tentativas de “legalizar uniones homosexuales, atribuyéndoles también el derecho a adoptar hijos”. “La causa de la familia – ha dicho el Papa – es una “realidad decisiva e insustituible para el bien común de los pueblos:

“La familia fundad sobre el matrimonio constituye un “patrimonio de la humanidad, una institución social fundamental; es la célula vital y el fundamento de la sociedad y esto interesa a los creyentes y a los no creyentes. Esta es la realidad que todos los Estados deben en la máxima consideración, porque, como amaba repetir Juan Pablo II, el futuro de la humanidad para a través de la familia”.

Y hoy – ha añadido Benedicto XVI – ante la difusión de las “varias concepciones equívocas sobre el hombre, la libertad, el amor humano, no debemos cansarnos jamás de presentar la verdad sobre la institución familiar, así como ha sido querida por Dios desde la creación”:

“Por desgracia, va creciendo, el número de las separaciones y de los divorcios, que rompen la unidad familiar y crean grandes problemas a los hijos, víctimas inocentes de estas situaciones. La estabilidad en la familia está hoy particularmente en riesgo; para salvaguardarla es menester, muchas veces, ir contracorriente respecto a la cultura dominante, y ello exige paciencia, esfuerzo, sacrificio y búsqueda incesante de comprensión mutua”.

El Papa ha invitado a los cónyuges a “superar las dificultades y a mantenerse fieles en su vocación, recurriendo al sostén de Dios con la oración y participando asiduamente en los sacramentos, en particular en la Eucaristía”. Por lo tanto ha reiterado “el respeto debido al embrión humano, que debería nacer siempre de un acto de amor y ser tratado ya como persona.

Los progresos de la ciencia y de la técnica en el ámbito de la bioética – ha subrayado Benedicto XVI – se transforman en amenazas cuando el hombre pierde el sentido de sus límites y, en la práctica, pretende sustituir a dios Creador. La Encíclica Humanae Vitae afirma con claridad que la procreación humana debe ser siempre fruto del acto conyugal, con su doble significado unitivo y procreador. Lo exige la grandeza del amor conyugal”.

El Santo Padre ha citado su Encíclica Deus caritas est: “El eros, degradado a puro “sexo”, se convierte en mercancía, en simple “objeto” que se puede comprar y vender, más aún, el hombre se transforma en mercancía... En realidad nos encontramos ante una degradación del cuerpo humano”. Pero, “gracias a Dios – ha destacado - especialmente entre los jóvenes, se va redescubriendo el valor de la castidad, que se presenta cada vez más como garantía del auténtico amor”. Y hoy – ha afirmado Benedicto XVI – es necesario más que nunca que las familias cristianas sepan “testimoniar con coherencia valiente que la procreación es fruto del amor. Un testimonio así estimulará a los políticos y a los legisladores a salvaguardar los derechos de la familia”: “Es sabido cómo se van acreditando soluciones jurídicas para las denominadas ‘uniones de hecho’ que rechazando las obligaciones del matrimonio pretenden disfrutar de derechos equivalentes. A veces, además, se pretende llegar a una nueva definición del matrimonio para legalizar uniones homosexuales, atribuyéndoles también el derecho a adoptar hijos”

El Papa ha hablado del denominado “invierno demográfico” que golpea “vastas áreas del mundo” con el “consiguiente progresivo envejecimiento de la población; las familias parecen insidiadas por el miedo a la vida, a la paternidad y la maternidad. Es menester darles confianza – ha dicho el Papa – para que puedan continuar cumpliendo su noble misión de procrear en el amor”.







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