«Budistas y cristianos al servicio de la humanidad»: Mensaje del Pontificio Consejo
para el Diálogo interreligioso
Jueves, 4 may (RV).- «Budistas y cristianos al servicio de la humanidad». Es el lema
del Mensaje que envía el Pontificio Consejo para el Diálogo interreligioso a los «queridos
amigos budistas» de todo el mundo, con motivo de la fiesta de Vesakh 2006
Reiterando
el anhelo de fortalecer cada vez más las relaciones entre los cristianos y los budistas,
como es tradicional en la festividad budista de Vesakh, que se celebra en este mes
de mayo, el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso felicita también este
año a los seguidores del budismo deseando a todos una gran dicha.
Tras reflexionar
sobre la primera encíclica de Benedicto XVI, Dios es Amor, el Mensaje exhorta a redescubrir
el significado original de la palabra amor y a perseverar en el camino emprendido
por los cristianos y los budistas. «Trabajando juntos para construir relaciones basadas
en el amor y en la verdad, promoviendo el respeto mutuo e impulsando el diálogo y
la colaboración al servicio de los necesitados».
Recordando las reflexiones
del Papa sobre los dos tipos de amor, el eros, es decir el amor entre un hombre y
una mujer, en la búsqueda de la propia satisfacción personal, y el ágape, un amor
que persigue el bien del prójimo, aunque no guste o no se le conozca, el Mensaje hace
hincapié en que «para los cristianos este segundo tipo de amor es posible sólo si
se arraiga en el amor a Dios, como respuesta al amor de Dios hacia los seres humanos.
De manera que el amor a Dios y el amor al prójimo son inseparables y conforman un
mandamiento único. El amor crece a través del amor. El amor es ‘divino’ porque proviene
de Dios y a Dios nos une» (DCE, 18).
En este contexto el Pontificio Consejo
para el Diálogo Interreligioso destaca que «nosotros los cristianos creemos que la
perfecta manifestación del ágape está fundada en Jesucristo, el Hijo de Dios hecho
hombre, que entregó toda su vida predicando, con las palabras y las obras, la Buena
Nueva del amor de Dios. La manifestación extrema de este amor fue cuando Jesús dio
su propia vida por toda la humanidad». Aún más, «Jesús es la fuente del ágape, en
particular con el don de sí en la Eucaristía», gracias a la cual «los cristianos intentan
seguir las huellas de Jesús, manifestando amor hacia los hermanos y hermanas, especialmente
hacia los pobres y los que sufren».
Refiriéndose a la importancia que los budistas
brindan al amor al prójimo, que expresan en el concepto de ‘metta’, que no abarca
el deseo de poseer, sino que está dirigido a ayudar a los demás en beneficio de la
humanidad, también mediante obras de caridad, el Mensaje destaca asimismo que a través
de otra virtud, ‘karuna’ los budistas manifiestan su compasión amorosa hacia todos
los seres vivientes.
El Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso concluye
sus felicitaciones deseando también que la fiesta de Vesakh 2006 sirva como nuevo
impulso para consolidar y fortalecer la amistad y la colaboración entre los budistas
y los cristianos.