Profundo dolor del Papa por la muerte de los militares italianos y un rumano en el
atentado de Nasiriya y firme reprobación por este nuevo acto de violencia en Irak
Viernes, 28 abr (RV).- Benedicto XVI ha manifestado su profundo dolor por la muerte
de los militares italianos y un rumano en el atentado de Nasiriya y su firme reprobación
por este nuevo acto de violencia que se añade a otras acciones crueles perpetradas
Irak, constituyendo un ulterior obstáculo en el camino de la concordia y de la normalización
de este atormentado país.
En un telegrama dirigido al ordinario Militar para
Italia, mons. Angelo Bagnasco, el Papa manifiesta su cercanía espiritual a los familiares
de las víctimas sumidas en un profundo dolor del que participan también las Fuerzas
Armadas Italianas y Rumanas y las respectivas comunidades nacionales. El Santo Padre
asegura también sus oraciones por estas jóvenes vidas truncadas mientras participaban
generosamente en una misión de paz y envía una bendición apostólica especial a los
heridos, y a los civiles y militares que prestan un arduo cometido al servicio de
esta población tan martirizada.
Mons. Giovanni Lajolo, secretario para las
Relaciones con los Estados, ha declarado a nuestra emisora que ha entregado sendos
mensajes de pesar del Papa y de la Santa Sede a la embajadora de Egipto, para que
a su vez lo haga llegar al ministro egipcio de Relaciones Exteriores, al jefe de la
diplomacia italiana y a la nación rumana. En dichos mensajes se manifiesta el «gran
dolor del Santo Padre» por estas nuevas víctimas de la sinrazón terrorista.
En
lo que se refiere a los soldados italianos y al rumano que prestaban servicio en el
centro de operaciones de Nasiriya, en el sur de Irak, Mons. Giovanni Lajolo recuerda
que se trata de una «contribución generosa y desinteresada en favor de la paz y de
la libertad en este país». Y que el Papa recuerda en sus oraciones a los fallecidos
y sus seres queridos. También el Cardenal Secretario de Estado de Su Santidad manifiesta
su cercanía a toda la comunidad nacional italiana que sufre por la pérdida de estas
jóvenes vidas.
En la misma declaración, Mons. Lajolo afirma que en el marco
de la violencia que no tiene justificación alguna, «no podemos olvidar tampoco los
criminales actos terroristas perpetrados en Tierra Santa, que nos sumen en el horror
y en la repulsa». El secretario para las Relaciones con los Estados reitera la necesidad
de condenar y rechazar firmemente el terrorismo y toda forma de violencia. «En ningún
caso se puede justificar la violencia contra personas inocentes» y «nunca se puede
hablar de ‘sacrificio’ por parte de los que perpetran los atentados, cualquiera que
sea el motivo que los empuja a actuar de una forma tan inhumana».
Evocando
los incesantes llamamientos de Benedicto XVI y del siervo de Dios Juan Pablo II, «contra
el terrorismo, como elección perversa y cruel que desprecia el derecho sagrado a la
vida y pone en peligro la convivencia civil», el prelado recuerda que la Santa Sede
persevera en el compromiso de colaborar en las formas que le son propias con las diversas
instancias internacionales para promover la paz y la convivencia entre los pueblos,
en el respeto del derecho internacional.