2006-04-28 15:18:22

Benedicto XVI elogia el trabajo de la Pontificia Comisión Bíblica y subraya que “la ley de Dios no elimina la libertad del hombre”


Jueves, 27 abr (RV).- “La ley de Dios no elimina la libertad del hombre”. Así lo ha manifestado Benedicto XVI en su discurso a los 25 miembros de la Pontificia Comisión Bíblica, a quienes ha recibido esta mañana en la sala de los Papas del Vaticano, en la clausura de la anual sesión Plenaria de esta institución, fundada en 1902 por León XIII y reformada por Pablo VI y unida a la Congregación para la doctrina de la fe, cuyo prefecto es su presidente.

Un encuentro afectuoso el del santo Padre con los biblistas a quienes ya conocía personalmente durante los años en los que en el entonces cardenal Ratzinger presidió la Comisión. “Reconocimiento y aprecio – les ha expresado el Papa – por el importante trabajo” que desarrollan “al servicio de la Iglesia y por el bien de las almas”. También por el argumento tan importante”, en el que han profundizado en la Plenaria: “la relación entre Biblia y moral”, argumento importante no solamente para los creyentes sino también para toda persona.

Si en efecto “el impulso primordial del hombre” es su deseo de felicidad – ha observado Benedicto XVI – hoy muchos piensan poder alcanzar “una vida plena” “de manera autónoma, sin referencia alguna a Dios y a su ley”, y algunos llegan a teorizar sobre “una ética solamente humana”, “una soberanía absoluta de la razón y de la libertad en el ámbito de las normas morales; para “los teóricos de esta “moral laica” “el hombre, como ser racional, no solamente puede, es más debe decidir libremente el valor de sus comportamientos”. Una convicción “errónea” – ha subrayado el Papa – basada “sobre un presunto conflicto entre la libertad humana y toda forma de ley”.

“En realidad, el Creador ha inscrito en nuestro mismo ser la “ley natural”, reflejo de su idea creadora en nuestro corazón, como brújula y medida interior de nuestra vida”. Por esto como indica la Sagrada Escritura, la Tradición y el Magisterio de la Iglesia “la vocación y la plena realización del hombre consiste no en el rechazo de la ley de Dios, sino en la vida según la nueva ley, que consiste en la gracia del Espíritu Santo, “que se manifiesta en la fe que actúa por medio de la caridad”.

“Es precisamente en esta acogida de la caridad que viene de Dios (Deus caritas est) donde la libertad del hombre encuentra su más alta realización. La ley de Dios no atenúa ni mucho menos elimina la libertad del hombre, al contrario, la garantiza y la promueve”.

Es el comportamiento de Jesucristo el “modelo de este auténtico actuar moral”, “que hace coincidir su voluntad con la voluntad de Dios Padre”. Una ética que “encuentra en el encuentro con Cristo, que nos da la nueva alianza”, su perfección.








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