2006-04-19 16:31:57

Audiencia general: el Papa condena el execrable acto terrorista en Tel Aviv y pide a palestinos e israelíes que reconduzcan el diálogo hacia la paz


Miércoles, 19 abr(RV).- Benedicto XVI durante la Audiencia General condena el atentado del lunes en Tel Aviv, que califica de “acto execrable” y pide a palestinos e israelíes que reconduzcan el diálogo hacia la paz. El Papa ha dedicado parte de su catequesis pascual para recordar el primer aniversario de su pontificado: “Rezad para que sea un pastor dócil y firme de la Iglesia del Señor”.

“Con gran dolor he recibido la noticia del terrible atentado perpetrado el lunes pasado en Tel Aviv, en Israel, y siento el deber de expresar mi más firme condena por este acto terrorista. No es con estos actos execrables con los que se pueden tutelar los más legítimos derechos de un pueblo. Que el Señor, Príncipe de la paz, esté junto a israelíes y palestinos, para que no caigan en una trágica deriva de violencia, sino que vuelvan a reconducir el diálogo que les lleve a vivir en paz y seguridad, uno junto al otro, como hijos del mismo Padre que está en los cielos.”

“Al comienzo de la Audiencia General de hoy, que se desarrolla en el clima alegre de la Pascua, quiero junto a vosotros dar gracias al Señor, que después de haberme llamado hace exactamente un año a servir a la Iglesia como Sucesor del apóstol Pedro, me asiste con su indispensable ayuda. ¡Qué de prisa pasa el tiempo! Con estas palabras el Papa ha comenzado la audiencia general ante más de 60 mil fieles procedentes de todo el mundo.

Seguidamente el Papa ha recordado que hace ya un año que, de manera inesperada y sorprendente, los cardenales reunidos en Cónclave eligieron en mi persona al sucesor del llorado y amado siervo de Dios Juan Pablo II. Recuerdo con emoción el primer impacto que tuve desde el balcón central de la Basílica, tras la elección, con los fieles reunidos en esta misma Plaza. Me quedó impreso en la mente y en el corazón aquel encuentro, al que han seguido tantos después, y que me han dado la posibilidad de experimentar cuan verdadero fue lo que dije entonces el curso de la solemne concelebración con la que inicié solemnemente el ministerio petrino: “Siento de manera viva y consciente que sólo no podría llevar aquello que en realidad no podría llevar sólo”.

“Me es de insustituible apoyo, la celestial protección de Dios y de los santos, y me conforta vuestra cercanía, queridos amigos. No me hagáis faltar nunca el don de vuestra indulgencia y vuestro amor. Gracias de verdadero corazón, ha dirigido Benedicto XVI, a todos los que desde cerca o desde lejos le ayudan y le siguen espiritualmente con afecto. A cada uno os pido que continuéis sosteniéndome, rezando a Dios para que me conceda ser pastor dócil y seguro de su Iglesia”.

Después de esta introducción, Benedicto XVI ha reflexionado sobre las palabras del evangelista Juan en la que explica como después de su resurrección Jesús, llamó a Pedro para que cuidara su rebaño. “La celebración de la Pascua según una fecha del calendario - subraya san León Magno - nos recuerda la fiesta eterna que supera todo tiempo humano”. “La Pascua actual es la sombra de la Pascua futura. Y es por esto que la celebramos, para pasar de una fiesta anual a una fiesta que será eterna”.

Después el Papa ha hecho hincapié en la alegría de estos días que se extiende a todo el año litúrgico y se renueva de manera particularmente el domingo, día dedicado al recuerdo de la resurrección del Señor. Es como una “pequeña Pascua” de cada semana, la asamblea litúrgica reunida para la Santa Misa proclama en el Credo que Jesús ha resucitado al tercer día, añadiendo que nosotros esperamos “la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro”. De esta manera, ha subrayado Benedicto XVI, nos indica que el hecho de la muerte y la resurrección de Jesús constituye el centro de nuestra fe, y es en este anuncio donde se fundamenta y crece la Iglesia”.

Seguidamente El Santo Padre ha aludido a los relatos evangélicos referentes a la aparición del Resucitado. La fe nace del encuentro personal con Cristo resucitado, y se convierte en fuerza de valentía y de libertad que hace gritar al mundo: Jesús ha resucitado y vive para siempre”. Antes de finalizar su catequesis, Benedicto XVI ha subrayado que todo esto significa reavivar en nosotros cada día un respiro sobrenatural, significa ser alegres anunciadores y testigos de la resurrección de Cristo viviente para toda la eternidad.

Este ha sido el resumen que de su catequesis ha hecho el Santo padre en español para los peregrinos de nuestra lengua presentes en la audiencia: RealAudioMP3

Queridos hermanos y hermanas:
Hoy hace un año que los Cardenales, reunidos en Cónclave, me eligieron, de manera inesperada y sorprendente, para suceder al amado Siervo de Dios Juan Pablo II. Junto con vosotros, deseo dar gracias al Señor por la ayuda indispensable que siempre me dio. Recuerdo con emoción el primer encuentro con los fieles en esta misma Plaza y otros sucesivos, lo cual me ha hecho experimentar que era verdad lo que dije en la concelebración para el inicio solemne del ministerio petrino: Soy muy consciente de que “no tengo que llevar yo solo lo que, en realidad, nunca podría llevar yo solo”. Además de la ayuda celestial, siento muy cercana la comprensión, el amor y las oraciones de todos vosotros que estáis aquí y de los que estáis lejos, esperando que lo seguiréis haciendo.
En este tiempo de Pascua recordamos cómo Jesús llamó a Pedro para ponerlo al frente de su grey que es la a la Iglesia, encargándole a él y a los demás Apóstoles anunciar la Buena Nueva a todo el mundo. Todo cristiano está llamado a ser también anunciador del Evangelio entre los demás.
Saludo con afecto a los visitantes de Latinoamérica y de España, de modo especial a los Religiosos Agustinos, a los seminaristas de Madrid y a los numerosos grupos parroquiales y escolares españoles, así como a los diversos peregrinos de Argentina, Costa Rica, El Salvador y México. Que la Virgen María nos ayude a comprender este gran misterio de amor que cambia los corazones y nos hacer gustar la alegría pascual. Muchas gracias por vuestra atención.


Como siempre al final de la audiencia el Papa se ha dirigido a los jóvenes procedentes de la Archidiócesis de Milán, que este año han realizado su “Profesión de Fe”. Seguidamente a los enfermos y a los recién casados. A vosotros, queridos enfermos, que la resurrección de Cristo sea fuente inagotable de consuelo y de esperanza. A vosotros, queridos recién casados, sed testimonios del Señor resucitado con vuestro fiel amor conyugal.







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