Segunda meditación de Cuaresma: la obediencia

Viernes, 31 mar (RV).- Con la presencia del Santo Padre y la Curia Romana, esta mañana ha tenido lugar la segunda predicación de Cuaresma en la capilla Redemptoris Mater del Vaticano. El tema desarrollado por el padre Raniero Cantalamessa en esta ocasión ha sido el de la obediencia.

El predicador de la Casa Pontificia ha utilizado la metáfora de la imposibilidad de abrazar el océano para explicar el tema central. “No se puede abrazar al océano, ha dicho el padre Cantalamessa, pero sí nos podemos dejar abrazar por él, sumergiéndonos en sus aguas en un punto cualquiera de su extensión. De la misma forma, no podemos abrazar con la mente toda la Pasión de Cristo ni ver el fondo, pero podemos hacer algo más útil y hermoso sumergiéndonos en ella partiendo de alguno de sus momentos”.

En este contexto el padre Cantalamessa ha elegido para su meditación la puerta de la obediencia que aparece como la llave de lectura de toda la historia de la Pasión de Cristo. El predicador ha subrayado a lo largo de la meditación la importancia de la obediencia a Dios porque “cumpliendo su voluntad queremos las mismas cosas que quiere Dios y de esta forma realizamos nuestra vocación originaria, que es la de ser a su imagen y semejanza. Estamos en la verdad, en la luz y por consiguiente en la paz, como el cuerpo que ha alcanzado su fase de tranquilidad”.