Jueves, 30 mar (RV).- El 16 de octubre de 1978 venia elegido Karol Jósef Wojtyla,
264º Papa de la Iglesia católica adoptando el nombre de Juan Pablo II, primer Pontífice
no italiano desde mediados del siglo XVI, con Adriano VI en 1522. Su Pontificado duró
26 años, uno de los más largos de la historia de la Iglesia, durante ese cuarto de
siglo, el predecesor de Benedicto XVI supo transmitir toda la energía que poseía,
arrastrando a gente de todas las edades y de todo el mundo para seguir su mensaje
de diálogo, paz y reconciliación.
Este domingo celebramos el primer aniversario
de su muerte, y lo queremos hacer recordando su personalidad, sus ideales y su Papado.
El
nuevo Papa saludaba a los fieles de lengua española en su primera homilía que daba
inicio a su Pontificado, el 22 de octubre de 1978. “Hoy el nuevo Obispo de Roma –dijo
Juan Pablo II- inicia solemnemente su ministerio y la misión de Pedro. En esta ciudad,
de hecho, Pedro ejecutó y cumplió la misión confiada por el Señor”.
En ese
mismo discurso, rechazando los símbolos del poder temporal de los Papas, el Papa Wojtyla
pedía ayuda a todos los fieles para servir a Cristo. “¡No tengáis miedo!” exclamaba,
un grito repetido en sus mensajes, durante sus viajes, en sus escritos en sus audiencias,
llamando a abrir de par en par las puertas a Cristo.
Juan Pablo II ejerció
su ministerio con incansable espíritu misionero, dedicando todas sus energías, movido
por la "sollicitudo omnium Ecclesiarum" y por la caridad abierta a toda la humanidad,
lo que llevó a realizar 104 viajes apostólicos fuera de Italia, y 146 por el interior
de este país. Además, como Obispo de Roma, visitó 317 de las 333 parroquias romanas.
Y es que este incasable Papa se encontró, más que cualquier otro de sus predecesores,
con el Pueblo de Dios, con los fieles de los cinco continente, pero sobre todo, acercó
a los jóvenes a la Iglesia fundando para ellos, la Jornada Mundial de la Juventud,
un evento que su sucesor, Benedicto XVI ha querido continuar, acudiendo a la cita
de Colonia (Alemania) este verano y citando a todos los jóvenes del mundo a acudir
a Sydney (Australia).
Asimismo realizó numerosas canonizaciones y beatificaciones
para mostrar innumerables ejemplos de santidad de hoy, que sirvieran de estímulo a
los hombres de nuestro tiempo. : celebró 147 ceremonias de beatificación -en las que
proclamó 1338 beatos- y 51 canonizaciones, con un total de 482 santos. Proclamó a
santa Teresa del Niño Jesús Doctora de la Iglesia.
Amplió notablemente
el Colegio cardenalicio, creando 231 cardenales (más uno "in pectore", cuyo nombre
no se hizo público antes de su muerte) en 9 consistorios. Además, convocó 6 reuniones
plenarias del colegio cardenalicio.
Un Papa prolífico, sus viajes,
sus encuentros y su ajetreada agenda no le impidieron llevar a cabo documentos de
gran valor como son sus 14 Encíclicas, sus 15 Exhortaciones apostólicas, sus 11 Constituciones
apostólicas y sus 45 Cartas apostólicas, publicando también cinco libros como doctor
privado.
Juan Pablo II falleció el 2 de abril de 2005, a las 21.37, mientras
concluía el sábado, y ya habíamos entrado en la octava de Pascua y domingo de la Misericordia
Divina. Desde aquella noche hasta el 8 de abril, día en que se celebraron las exequias
del difunto pontífice, más de tres millones de peregrinos rindieron homenaje a Juan
Pablo II, haciendo incluso 24 horas de cola para poder acceder a la basílica de San
Pedro.
El 28 de abril, el Santo Padre Benedicto XVI dispensó del tiempo de
cinco años de espera tras la muerte para iniciar la causa de beatificación y canonización
de Juan Pablo II. La causa la abrió oficialmente el cardenal Camillo Ruini, vicario
general para la diócesis de Roma, el 28 de junio de 2005.