Ángelus: en la solemnidad de san José el Papa invoca su ayuda para los trabajadores
del mundo, por el progreso de la humanidad y para que todos los cristianos realicen
con amor la voluntad de Dios
Domingo, 19 mar (RV).- En el Ángelus, el Papa invoca la ayuda de san José para los
padres y madres de familia; los sacerdotes y personas consagradas; los trabajadores
de todo el mundo, por el progreso de la humanidad y para que todos los cristianos
realicen con amor la voluntad de Dios. Interrumpido por aplausos de afecto, Benedicto
XVI ha agradecido sonriendo las felicitaciones con motivo de su santo.
La cita
dominical del mediodía estuvo marcada hoy por el afecto y devoción que, con motivo
de su santo, los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro manifestaron al Papa, que
respondió agradeciendo y sonriendo. En sus palabras antes del rezo del Ángelus, el
Santo Padre ha recordado, precisamente, que hoy, 19 de marzo, es la solemnidad de
San José y que al coincidir, este año, con el tercer domingo de Cuaresma, su celebración
litúrgica se ha postergado para mañana. Sin embargo, ha destacado el Papa, el contexto
mariano del Ángelus nos invita a detenernos «con veneración, sobre la figura del esposo
de la Bienaventurada Virgen María y Patrono de la Iglesia universal».
Benedicto
XVI ha evocado a su amado predecesor, recordando la profunda devoción a san José de
Juan Pablo II, que le dedicó la Exhortación apostólica Redemptoris Custos, Custodio
del Redentor y que «seguramente experimentó su asistencia en la hora de la muerte».
Tras hacer hincapié en la «importancia fundamental» para la historia de la salvación
que representa la figura de san José, el Pontífice ha subrayado que este gran Santo
es - al igual que su esposa María - «auténtico heredero de la fe de Abraham»: «Fe
en el Dios que guía los eventos de la historia según su misterioso diseño salvífico.
Su grandeza, al igual que la de María, resalta aún más porque su misión se desarrolló
en la humildad y en el escondimiento de la casa de Nazaret. Y es que Dios mismo, en
la Persona de su Hijo encarnado, eligió este camino y este estilo – humildad y escondimiento
- en su existencia terrenal».
El ejemplo de san José es para todos nosotros
una apremiante invitación a desarrollar con fidelidad, sencillez y modestia la tarea
que la Providencia nos ha asignado, ha enfatizado el Papa, citando a los padres de
familia, a los sacerdotes y personas consagradas. Implorando el amparo de san José
para los trabajadores de todo el mundo y su ayuda para todos los cristianos: «Pienso
ante todo en los padres y madres de familia y rezo para que sepan apreciar siempre
la belleza de una vida sencilla y laboriosa, cultivando con esmero su relación conyugal
y cumpliendo con entusiasmo la gran y no fácil misión educativa. A los sacerdotes,
que ejercen su paternidad en relación con las comunidades eclesiales, que san José
les obtenga amar a la Iglesia con cariño y entrega plena y sostenga a las personas
consagradas en su alegre y fiel observancia de los consejos evangélicos de pobreza,
castidad y obediencia. Que proteja a los trabajadores de todo el mundo, para que contribuyan
con sus distintas profesiones al progreso de toda la humanidad y ayude a todo cristiano
a realizar con confianza y con amor la voluntad de Dios, cooperando así en el cumplimiento
de la obra de la salvación».
Después del rezo del Ángelus y del responso por
los difuntos, Benedicto XVI ha recordado que este año se celebra el V centenario de
los Museos Vaticanos, que el siervo de Dios Juan Pablo II definió como «una de las
más importantes puertas de la Santa Sede abiertas al mundo».
Y señalando que
esta institución «ofrece, en efecto, una importante contribución a la misión de la
Iglesia, comunicando a millones de personas las verdades cristianas con el lenguaje
del arte», el Papa ha expresado sus mejores deseos para las manifestaciones culturales
preparadas en el marco de este aniversario, asegurando su recuerdo en la oración de
cuantos trabajan en los Museos vaticanos y de todos sus visitantes.
También
este domingo, el Papa ha dirigido su saludo a los peregrinos de habla hispana que
acudieron a rezar el Ángelus con él:
Saludo
con afecto a los peregrinos de lengua española, especialmente a los fieles de las
parroquias Santo Tomás Apóstol, de Valencia, y Nuestra Señora del Buen Consejo, de
Torrente, así como a los profesores y alumnos del Instituto Abanilla, de Murcia. Con
la ayuda de San José, Patrono de la Iglesia universal, os invito a continuar vuestro
camino de conversión cuaresmal como respuesta al amor misericordioso del Señor. ¡Feliz
domingo!