“Recomenzar desde Cristo”. Carta a Benedicto XVI de los participantes en el Congreso
de Movimientos Eclesiales y Nuevas Comunidades en América Latina
Martes, 14 mar (RV).- “Gracias Santo Padre por habernos testimoniado su paterna cercanía
y su palabra orientadora, mostrando a nuestra Iglesia y a nuestros pueblos un abrazo
lleno de amor y esperanza”. Es la profunda gratitud que se lee en la Carta que dirigen
a Benedicto XVI los participantes en el Congreso de Movimientos Eclesiales y Nuevas
Comunidades en América Latina, sobre el tema “Discípulos y misioneros de Cristo hoy”,
que finalizó el domingo en Bogotá, Colombia.
Los 122 responsables de 45 movimientos
y nuevas comunidades, provenientes de 23 países de Latinoamérica, además de 32 obispos,
junto con la presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano y una representación
del Pontificio Consejo para los Laicos, agradecen al Papa la solicitud con la cual
ha seguido esta iniciativa conjunta del mencionado dicasterio Pontificio y del CELAM,
así como el mensaje que les quiso enviar por medio del Cardenal Secretario de Estado,
Angelo Sodano.
La carta señala que haber puesto en el centro de la atención
de este primer Encuentro de los Movimientos Eclesiales y de las Nuevas Comunidades
en América Latina el tema del cristiano, o sea, del discípulo de Cristo, “es todo
un signo de la conciencia que tiene la Iglesia de Latinoamérica de la urgencia fundamental
sobre el momento que vive”. Es decir, la permanencia de la fe, la transmisión de la
fe, la fructificación de la fe en todas las dimensiones de vida de las personas, de
las familias y de las naciones latinoamericanas.
Ante el riesgo real de pérdida
del patrimonio de la fe católica que es el mayor tesoro de nuestros pueblos, en esta
misma misiva se pone de relieve la clarividencia con que el Documento de Participación
en la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano destaca que “no basta hablar
de ‘nueva evangelización’” y que “es necesario volver a despertar el interés por Jesucristo
y su Evangelio”. Tarea especialmente ardua hoy, pues son ya muchas las personas que
piensan que ya lo conocen o lo confunden con una vaga religiosidad. Por ello, hay
que “recomenzar desde Cristo”, como nuevo inicio, en la novedad, actualidad, realidad
y fascinación de su encuentro y seguimiento, de su comunión con Él.
Recordando
que el Mensaje que les envió Benedicto XVI destaca que la esperanza de la Iglesia
“es que los Movimientos y Nuevas Comunidades contribuyan a dar un renovado impulso
a la evangelización de todos los sectores de la sociedad, del mundo del trabajo y
de la familia, de la cultura y de la educación, en fin, en todos aquellos campos en
que se desarrolla la vida de los hombres de hoy”, la carta señala tres prioridades
urgentes para responder a las expectativas pontificias. La primera es la “formación
cristiana”, la segunda es el “anuncio fuerte” y la tercera es “el compromiso en la
especial atención hacia los que sufren, los pobres y los marginados”.