Ángelus: El Papa invita a los fieles, durante la Cuaresma, a escuchar a Cristo sobre
todo en los más pequeños y en los pobres
Domingo, 12 mar (RV).- Benedicto XVI se ha unido a los cientos de fieles congregados
esta soleada mañana en la plaza de san Pedro para rezar el Ángelus. En su alocución
previa al rezo mariano, el Santo Padre ha recordado en primer lugar la conclusión,
ayer sábado de la semana de Ejercicios Espirituales que el Patriarca emérito de Venecia,
cardenal Marco Cé predicó en el Palacio Apostólico vaticano.
“Han sido días
dedicados por entero a la escucha del Señor, que siempre nos habla, pero que espera
de nosotros una atención mayor especialmente en este tiempo de Cuaresma”, ha definido
el Obispo de Roma. Seguidamente el Papa ha recordado que la página evangélica de hoy,
vuelve a proponer la narración de la Transfiguración del Señor en el monte Tabor.
“Mientras estaban atónitos ante la presencia del Señor transfigurado que conversaba
con Moisés y Elías, Pedro, José y Juan –ha explicado el Obispo de Roma- se encontraron
de repente envueltos en una nube, de la cual salió una voz que proclamó: “Este es
mi Hijo amado, escuchadle” (Mc 9,7).
“Cuando se tiene la gracia de sentir una
fuerte experiencia de Dios, es como si se viviera algo parecido a lo que les sucedió
a los discípulos durante la Transfiguración: por un momento se saborea algo como lo
que constituirá la beatitud del Paraíso”, ha señalado el Pontífice. Esta experiencia
normalmente se trata de un “breve momento que Dios concede a veces, especialmente
ante duras pruebas. A nadie se le concede vivir ‘en el Tabor’ mientras se está en
la tierra”.
Benedicto XVI ha recordado que la existencia humana es un camino
de fe, y como tal, avanza más en penumbra que a plena luz, con algunos momentos de
oscuridad a veces absoluta. “Mientras estemos aquí abajo –ha proseguido el Santo Padre-
nuestra relación con Dios se produce más en la escucha que en la visión: y la propia
contemplación se produce a ojos cerrados, gracias a la luz interior encendida en nosotros
por la palabra de Dios”.
En este sentido el Papa ha puesto como ejemplo a
la Virgen María, quien “incluso siendo entre todas las criaturas divinas la más cercana
a Dios, caminó día tras días como en un peregrinaje de fe custodiando y meditando
constantemente en su corazón la Palabra que Dios le dirigía”.
He aquí el don
y el compromiso para cada uno de nosotros en el tiempo Cuaresmal: escuchar a Cristo,
como lo hizo María. Escucharle en su Palabra. Escucharle en los acontecimientos de
nuestra vida cotidiana intentando leer en ellos el mensaje de la Providencia. Y por
último, escucharle en los hermanos, especialmente en los más pequeños y en los pobres,
para quienes el propio Jesús pedía nuestro amor concreto. Escuchar a Cristo y obedecer
su voz: es éste el camino maestro, el único, que lleva a la plenitud de la felicidad
y del amor.
Y tras el rezo mariano del Ángelus y el responso por los fieles
difuntos, Benedicto XVI ha saludado a todos los fieles en varias lenguas, éstas han
sido sus palabras en español: Saludo con afecto
a los peregrinos de lengua española, especialmente a los fieles de la comunidad parroquial
de San Saturnino, de Alcorcón. En nuestro camino hacia la Pascua, la liturgia del
segundo domingo de cuaresma nos invita a contemplar a Jesús como al Hijo amado del
Padre que se entrega por nuestra salvación, para que también nosotros mediante la
ofrenda de nuestra propia vida seamos transformados a su imagen. ¡Feliz domingo!