Audiencia general: el Papa exhorta a tener misericordia y compasión con nuestros hermanos
porque “la indiferencia hacia los pobres es intolerable a los ojos de Cristo”
Miércoles, 1 mar (RV).- Hoy comienza, con la Liturgia del Miércoles de Ceniza, el
itinerario cuaresmal de cuarenta días que nos conducirá al Triduo pascual, memoria
de la pasión, muerte y resurrección del Señor, corazón del misterio de nuestra salvación.
Con estas palabras Benedicto XVI ha comenzado su catequesis de la audiencia general
celebrada de nuevo en la Plaza de san Pedro ante más de 12 mil fieles procedentes
de todo el mundo. Este es un tiempo favorable en el que la Iglesia invita a los cristianos,
ha recordado el Papa a tomar una conciencia más viva de la obra redentora de Cristo
y a vivir con mayor profundidad el propio Bautismo.
Seguidamente el Santo Padre
tras aludir a la duración de la Cuaresma, respecto al Antiguo Testamento, ha subrayado
que este periodo nos invita sobre todo a revivir con Jesús los cuarenta días transcurridos
por Él en el desierto, rezando y ayunando, antes de comenzar su vida pública. “También
nosotros hoy empezamos un camino de reflexión y de oración con todos los cristianos
del mundo para dirigirnos espiritualmente hacia el calvario, meditando los misterios
centrales de la fe. Nos preparamos de esta manera a experimentar, tras el misterio
de la Cruz, la alegría de la Pascua de resurrección.
También el Papa ha aludido
a los gestos austeros y simbólicos que hoy se celebran en todas las comunidades parroquiales,
con la bendición e imposición de las cenizas. Este gesto va acompañado de la frase
"acuérdate que polvo eres y en polvo te convertirás" o "convertíos y creed en el Evangelio".
Alocuciones que evocan la condición humana del hombre e invitan "a la renovación
personal, a la conversión al amor misericordioso del Señor".
El Santo Padre
ha subrayado que el camino cuaresmal, acercándonos a Dios, nos permite mirar con ojos
nuevos a los hermanos y a sus necesidades. Por esto la Cuaresma, ha dicho Benedicto
XVI, es el momento favorable para convertirse al amor. Un amor que sepa hacer propio
el planteamiento de compasión y de misericordia del Señor, como he querido recordar
en el Mensaje para la Cuaresma, que tiene por tema las palabras evangélicas: “Al ver
Jesús a las gentes se compadecía de ellas”.
El Santo Padre ha finalizado su
catequesis en italiano pidiendo que estos días de cuaresma sean días de reflexión
y de intensa oración, en el que nos dejemos guiar por la Palabra de dios, que con
abundancia nos propone la liturgia.
“Que la Cuaresma -ha afirmado el Pontífice-
sea además, un tiempo de ayuno, de penitencia y de vigilancia sobre nosotros mismos,
persuadidos, que la lucha contra el pecado no termina jamás, porque la tentación es
realidad de cada día y la fragilidad y la ilusión son experiencia de todos. Que la
Cuaresma sea, finalmente, por medio de la limosna, ocasión sincera de compartir los
dones recibidos con los hermanos y de atención a los necesitados más pobres y abandonados”.
Recordamos
que Benedicto XVI hizo público el pasado 31 de enero el tradicional mensaje papal
con motivo de la Cuaresma en el que pidió a los responsables políticos, económicos
y financieros que promuevan un desarrollo basado en el respeto de la dignidad de
todos los hombres.
Este ha sido el resumen de su catequesis hecho por el Santo
Padre en español para los peregrinos de nuestra lengua presentes en la audiencia:
Queridos hermanos
y hermanas: Comenzamos el tiempo litúrgico de Cuaresma: cuarenta días que nos preparan
para experimentar la alegría Pascual. En todas las parroquias se realiza hoy un gesto
austero y simbólico: la imposición de la ceniza. Las palabras “acuérdate que polvo
eres y en polvo te convertirás” o “convertíos y creed en el Evangelio”, evocan nuestra
condición humana y nos invitan a la renovación personal, a la conversión al amor misericordioso
del Señor, tal como lo he expresado en el Mensaje de Cuaresma de este año.
La
Iglesia, consciente de su propia misión en el mundo, no cesa de proclamar este amor.
Por ello nos propone el ayuno, la limosna y la oración como modo propicio para tener
los mismos sentimientos de compasión de Cristo, especialmente para con los más necesitados.
Saludo cordialmente a los peregrinos de España y América Latina, especialmente
a los alumnos del Seminario Menor de Sigüenza-Guadalajara, a las Misioneras de la
Providencia de Toledo, a las Hermandades y a los alumnos del Colegio “Mater Salvatoris”
de Madrid y de otros Centros educativos. También a los peregrinos de Puerto Rico.
¡Que la Madre del Redentor, nos acompañe y nos ayude a llegar, purificados y renovados
en la mente y en el espíritu, a celebrar el gran misterio de la Pascua! Os deseo a
todos una buena y fructífera Cuaresma.
En sus saludos a los peregrinos de lengua
inglesa presentes en esta audiencia, el Santo Padre ha dado su cordial bienvenida
a la delegación de líderes cristianos, judíos y musulmanes, procedentes de Estados
Unidos. Tras saludar asimismo a los demás grupos provenientes de este mismo país y
de Dinamarca, Japón y Pakistán, Benedicto XVI ha invocado sobre todos ellos las bendiciones
divinas de alegría y de paz.
Finalmente saludando a los jóvenes a los enfermos
ya los recién casados les manifestado que el tiempo de cuaresmal, que hoy comenzamos,
conduzca a cada uno a un conocimiento cada vez más íntimo de Cristo, para que puedan
tener sus mismos sentimientos, en las diversa situaciones en las que se encuentren,
y hacerlo todo en comunión con Él.