2006-02-24 15:54:53

El Papa exhorta a los obispos de Bosnia Herzegovina a actuar como agentes de paz, consolidando la comunión y difundiendo la misericordia, la comprensión y el perdón en nombre de Cristo en todo el país


Viernes, 24 feb (RV).- Benedicto XVI, al final de la visita ad limina, ha recibido esta mañana en el Vaticano a todo el grupo de obispos de Bosnia Herzegovina encabezado por el cardenal Vinko Pulijc. En su discurso, el Papa ha hablado de los aspectos problemáticos y de los elementos de esperanza que los prelados están desarrollando en sus programas pastorales y del fuerte deseo de mantener viva la comunión de intenciones para afrontar todos unidos los desafíos con los que se debe medir el pueblo.

“Después de los años tristes de la reciente guerra, ahora como agentes de paz, estáis llamados a consolidar la comunión y a difundir la misericordia, la comprensión y el perdón en nombre de Cristo, tanto en las comunidades cristianas como en el complejo tejido social de Bosnia Herzegovina” les ha dicho el Santo Padre. No es una misión fácil pero es fundamental realizarla con amor. El amor, para ser fecundo en el plano espiritual, “no debe seguir simplemente las leyes terrenas, sino dejarse iluminar de la verdad, que es Dios, y traducirse en aquella superior medida de la justicia que es la misericordia”.

Entre los problemas que afectan a la población, el Papa ha destacado la situación de los miles de prófugos que ha dejado la guerra civil y el respeto de los derechos para todos las poblaciones de Bosnia Herzegovina. “Pienso en particular - ha dicho -, en la necesaria igualdad entre los ciudadanos de distinta religión, en la urgencia de medidas que provean a la creciente falta de trabajo para los jóvenes, a la atenuación de las amenazadoras tensiones entre las etnias, legado de las complejas vicisitudes históricas que han vivido vuestras tierras”.

“Es muy importante -ha afirmado asimismo Benedicto XVI- que se haga todo tipo de esfuerzo para que crezca cada vez más la unidad del rebaño de Cristo. La Iglesia persigue en todas partes un único objetivo, el de edificar el Reino de Dios en la tierra y en el corazón de los hombres. Y a los sucesores de los Apóstoles y a sus colaboradores en el ministerio les está confiada la misión de preservar intacta la herencia del Señor, abrazando fielmente el patrimonio doctrinal y espiritual de la Iglesia en su integridad”.

“Bienaventurados los que trabajan por la paz”. Toca al obispo, Padre de la comunidad confiada a él por Cristo -ha subrayado el Papa-, discernir aquello que ayuda a la edificación de la Iglesia de Cristo. El obispo en este sentido es pontífice, es decir, “constructor de puentes” entre las distintas exigencias de la comunidad eclesial. Y esto constituye un aspecto del ministerio episcopal particularmente importante en el presente histórico, que ve a Bosnia Herzegovina reemprender el camino de la colaboración para construir el propio futuro de desarrollo social y de paz.







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