Ángelus: el Papa confía a María a todos los enfermos y a cuantos sufren por la soledad,
la miseria y la marginación
Domingo, 12 feb (RV).- Un día después de la celebración de la Jornada Mundial del
Enfermo, Benedicto XVI ha confiado a María a todos los enfermos, especialmente a todos
aquellos que, en cualquier parte del mundo, además de la falta de salud, también sufren
por la soledad, la miseria y la marginación.
También esta mañana durante el
Ángelus el Pontífice ha recordado la XX edición de los Juegos Olímpicos Invernales
que se están celebrando en Turín para desear se desarrollen conforme a los valores
olímpicos de la lealtad, la alegría y la fraternidad y contribuyan a la paz entre
los pueblos.
Un día después de la celebración de la Jornada Mundial del Enfermo,
Benedicto XVI ha confiado a María a todos los enfermos, especialmente a todos aquellos
que, en cualquier parte del mundo, además de la falta de salud, también sufren por
la soledad, la miseria y la marginación. Durante la oración mariana del Ángelus, el
Papa también ha dedicado un recuerdo especial a quienes dedican su tiempo y sus energías
a cuidar y curar a los enfermos en los hospitales y otros centros de atención.
El
Santo Padre se ha referido también, antes del rezo mariano, a las distintas manifestaciones
que se han desarrollado en la localidad australiana de Adelaide en el marco de la
Jornada Mundial del Enfermo y en particular la de un Congreso internacional sobre
el urgente tema de la salud mental.
Y siempre en el contexto de la enfermedad,
Benedicto XVI ha hablado de Cristo como el verdadero médico de la humanidad “que el
Padre celeste ha enviado al mundo para curar al hombre, marcado en cuerpo y alma por
el pecado y sus consecuencias”. Además el Papa ha recordado cómo precisamente hoy
el pasaje evangélico del día narra la curación de un leproso.
Aquí vemos cómo
se concentra toda la historia de la salvación: este gesto de Jesús, que extiende su
mano y toca el cuerpo llagado de la persona que le invoca, manifiesta plenamente la
voluntad de Dios de curar a su criatura caída, restituyéndole la vida en abundancia,
la vida eterna, plena, feliz. Cristo es la mano de Dios tendida a la humanidad, para
que pueda salir de las arenas movedizas de la enfermedad y de la muerte, alzarse en
pie sobre la sólida roca del amor divino”.
Antes de saludar en distintas lenguas
el Santo Padre se ha referido a la XX edición de los Juegos Olímpicos Invernales que,
desde hace dos días, se están celebrando en Turín, para desear que “esta bella competición
deportiva se desarrolle conforme a los valores olímpicos de la lealtad, la alegría
y la fraternidad y contribuyan a la paz entre los pueblos”.
Después del rezo
mariano, como es habitual, Benedicto XVI ha saludado a los numerosos fieles que han
asistido al Ángelus en la Plaza de san Pedro, en distintos idiomas. Éste ha sido su
saludo en español.
Saludo cordialmente
a los peregrinos de lengua española, que participan en esta oración mariana. Ayer,
fiesta de la Virgen de Lourdes, se celebró la Jornada Mundial del Enfermo. Os invito
a dirigir vuestra mirada a Cristo, que pasó haciendo el bien y curando toda forma
de dolencia, para que en los momentos de sufrimiento sintamos siempre la ayuda de
su gracia y el consuelo de su amor. ¡Feliz domingo!
También hoy, 12 de
febrero, Benedicto XVI ha recordado un aniversario especial, el 75 aniversario de
la inauguración de Radio Vaticano y del primer radiomensaje del Papa Pio XI al mundo.
El Pontífice había dado el encargo de construir la estación radiofónica del Vaticano
al científico Guillermo Marconi, y con este instrumento y posteriormente con la televisión,
el mensaje del Evangelio y las palabras de los Papas han podido alcanzar, más rápida
y fácilmente, a todas las personas.