El Papa asegura su cercanía espiritual en los telegramas de pésame por las tragedias
del barco egipcio y del estadio de Filipinas
Sábado, 4 feb (RV).- En sendos telegramas de pésame por las tragedias del barco egipcio
y del estadio en Filipinas, Benedicto XVI asegura su cercanía espiritual e invita
a la solidaridad fraterna.
Al conocer con profundo pesar la noticia del trágico
accidente del hundimiento del barco egipcio Salam 98, Benedicto XVI ha transmitido
su cercanía a los familiares de las numerosas víctimas mortales. Un telegrama, enviado
en su nombre por el Cardenal Secretario de Estado Angelo Sodano a su Beatitud el Cardenal
Stephanos II Ghattas, asegura que el Papa pide al Altísimo que done la felicidad eterna
a los desaparecidos, originarios de distintos países, y a los familiares que están
en duelo.
Al tiempo que invita a todos a manifestar una gran y fraternal solidaridad
en esta hora de prueba, Benedicto XVI rinde homenaje a los equipos de rescate y a
las numerosas personas de buena voluntad que se volcaron en ayudar a salvar a los
supervivientes del barco hundido. El Santo Padre invoca sobre todos las bendiciones
del Todopoderoso.
El barco hundido a 600 kilómetros de El Cairo, cubría la
ruta entre el puerto saudí de Duba y el egipcio de Safaga y transportaba a 1.415 personas
que volvían de una tradicional peregrinación a la Meca. Casi cuatrocientos viajeros
han sido rescatados, mientras que otros 900 siguen desaparecidos y han sido recuperados
185 cuerpos sin vida.
Esta mañana, el presidente de Egipto, Hosni Mubarak,
visitó a los supervivientes. Mientras, prosiguen las tareas de rescate en las que
los servicios de emergencia egipcios cuentan con el apoyo de decenas de embarcaciones
de recreo. El barco siniestrado ha sido localizado a 600 metros de profundidad.
El
pesar del Papa ha sido transmitido también al obispo de la diócesis filipina de Pasig,
donde una estampida en un estadio abarrotado de gente causó más de 80 muertos y cientos
de heridos. El cardenal secretario de Estado, Angelo Sodano, ha enviado un telegrama
en nombre de Benedicto XVI a Mons. Francisco San Diego, asegurando las oraciones del
Pontífice por el consuelo de los numerosos afectados por el terrible accidente, cuyas
causas aún no han sido aclaradas.