Audiencia general: “la oración contribuye de manera substancial a hacer más sincero
y rico de frutos el esfuerzo común ecuménico de las Iglesias y Comunidades eclesiales”
Miércoles, 25 ene (RV).- Benedicto XVI ha celebrado la audiencia general de este miércoles
en el Aula Pablo VI del Vaticano. El Santo Padre ha recordado que hoy se concluye
la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, durante la cual, ha dicho, hemos
reflexionado sobre la necesidad de invocar constantemente del Señor el gran don de
la unidad plena entre todos los discípulos de Cristo. La oración, en efecto, contribuye
de manera substancial a hacer más sincero y rico de frutos el esfuerzo común ecuménico
de las Iglesias y Comunidades eclesiales”.
Seguidamente el Pontífice ha meditado,
sobre el Salmo 143, “La oración del Rey”, que la Liturgia de las Vísperas nos propone
en dos tiempos distintos. Por esto, ha proseguido el Papa, el canto se le define como
“nuevo”, término que en el lenguaje bíblico evoca, además de la novedad, la plenitud
última que sella la esperanza.
“Ante todo la familia, que se basa sobre la
vitalidad de la generación. Los hijos, esperanza del futuro, se les compara con árboles
vigorosos; las hijas como columnas sólidas que rigen el edificio de la casa, similares
a aquellas del templo. Este retrato de un mundo distinto, pero posible, queda confiado
a la obra del Mesías y también a la de su pueblo”.
Este ha sido el resumen
que de su catequesis ha hecho el Santo Padre en español para los peregrinos de nuestra
lengua presentes en la audiencia:
Queridos
hermanos y hermanas:
El texto del salmo que hoy comentamos,
comienza ensalzando al Ungido por excelencia, Jesucristo, que inaugura la era mesiánica,
como lo muestran los signos del auténtico bienestar y prosperidad, vislumbrándose
ya un mundo vigoroso y lleno de vida, donde reina la paz y no hacen brecha quienes
desean sembrar desorden y opresión.
Esta imagen de
un mundo diverso, de una humanidad renovada y redimida, es obra de Dios, del Mesías,
a cuyo lado se pone el pueblo elegido para destruir el odio y la violencia. Por eso
se entona «un canto nuevo», lleno de esperanza en el nuevo pacto anunciado por los
profetas y cumplido en Cristo. En él, como dice san Agustín, se alcanza la plenitud
de la ley, que es la caridad.
Saludo cordialmente
a los peregrinos de lengua española, en particular al grupo de la Fundación Interfamilias,
así como a las demás personas venidas de España y Latinoamérica. En el día que se
clausura la Semana de oración por la unidad de los cristianos, invito a todos unirse
con sus plegarias, para que se cumpla el deseo de Jesús: «que todos sean uno». Muchas
gracias por vuestra visita
Benedicto XVI después de haber saludado en varias
lenguas se ha dirigido a los jóvenes a los enfermos y a los recién casados. Sobre
el ejemplo del Apóstol Pablo, del que hoy hacemos memoria de la conversión, invito
a todos a vivir de manera auténtica la vocación cristiana.