2006-01-25 17:46:15

Audiencia general: “la oración contribuye de manera substancial a hacer más sincero y rico de frutos el esfuerzo común ecuménico de las Iglesias y Comunidades eclesiales”


Miércoles, 25 ene (RV).- Benedicto XVI ha celebrado la audiencia general de este miércoles en el Aula Pablo VI del Vaticano. El Santo Padre ha recordado que hoy se concluye la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, durante la cual, ha dicho, hemos reflexionado sobre la necesidad de invocar constantemente del Señor el gran don de la unidad plena entre todos los discípulos de Cristo. La oración, en efecto, contribuye de manera substancial a hacer más sincero y rico de frutos el esfuerzo común ecuménico de las Iglesias y Comunidades eclesiales”.

Seguidamente el Pontífice ha meditado, sobre el Salmo 143, “La oración del Rey”, que la Liturgia de las Vísperas nos propone en dos tiempos distintos. Por esto, ha proseguido el Papa, el canto se le define como “nuevo”, término que en el lenguaje bíblico evoca, además de la novedad, la plenitud última que sella la esperanza.

“Ante todo la familia, que se basa sobre la vitalidad de la generación. Los hijos, esperanza del futuro, se les compara con árboles vigorosos; las hijas como columnas sólidas que rigen el edificio de la casa, similares a aquellas del templo. Este retrato de un mundo distinto, pero posible, queda confiado a la obra del Mesías y también a la de su pueblo”.

Este ha sido el resumen que de su catequesis ha hecho el Santo Padre en español para los peregrinos de nuestra lengua presentes en la audiencia: RealAudioMP3

Queridos hermanos y hermanas:

 
El texto del salmo que hoy comentamos, comienza ensalzando al Ungido por excelencia, Jesucristo, que inaugura la era mesiánica, como lo muestran los signos del auténtico bienestar y prosperidad, vislumbrándose ya un mundo vigoroso y lleno de vida, donde reina la paz y no hacen brecha quienes desean sembrar desorden y opresión.

 
Esta imagen de un mundo diverso, de una humanidad renovada y redimida, es obra de Dios, del Mesías, a cuyo lado se pone el pueblo elegido para destruir el odio y la violencia. Por eso se entona «un canto nuevo», lleno de esperanza en el nuevo pacto anunciado por los profetas y cumplido en Cristo. En él, como dice san Agustín, se alcanza la plenitud de la ley, que es la caridad.

 
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular al grupo de la Fundación Interfamilias, así como a las demás personas venidas de España y Latinoamérica. En el día que se clausura la Semana de oración por la unidad de los cristianos, invito a todos unirse con sus plegarias, para que se cumpla el deseo de Jesús: «que todos sean uno».
Muchas gracias por vuestra visita

Benedicto XVI después de haber saludado en varias lenguas se ha dirigido a los jóvenes a los enfermos y a los recién casados. Sobre el ejemplo del Apóstol Pablo, del que hoy hacemos memoria de la conversión, invito a todos a vivir de manera auténtica la vocación cristiana.








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