V centenario de la Guardia Suiza Pontificia: el cardenal Sodano invita a sus componentes
a amar cada vez más a la Iglesia de Cristo
Domingo, 22 ene (RV).- Con motivo del V centenario de la fundación de la Guardia Suiza
Pontificia, esta mañana, el cardenal Secretario de Estado, Angelo Sodano, ha presidido
la Concelebración Eucarística en la Capilla Sixtina para 110 guardias suizos y sus
familias. Han concelebrado con el purpurado italiano, entre otros, el arzobispo Leonardo
Sandri, sustituto de la Secretaría de Estado y el presidente de la Conferencia Episcopal
Suiza, monseñor Amédée Grab.
El cardenal Sodano ha dividido su homilía en
cinco partes: La gloria de Dios; la Palabra de Dios; los ojos de la fe; un himno de
gratitud; y una Iglesia a amar. Sobre el primer apartado el Secretario de Estado
ha aludido al Salmo en el que el autor del mismo ya proclamaba ante el Señor el esplendor
y la majestad, que es potencia y belleza en su santuario. “A este respecto -ha indicado
el purpurado- cómo no recordar las enseñanzas de un gran teólogo suizo, el llorado
Hans Urs con Baltasar, quien nos llamaba a contemplar siempre la gloria de Dios”.
Inmersos
en esta luminosa atmósfera hemos escuchado la palabra que Cristo nos ha dirigido:
“El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios está cerca: convertíos y creed en el
Evangelio”. Es una invitación, ha manifestado el cardenal Sodano, a aquella renovación
interior, a la que nos ha llamado también el profeta Jonás en la primera lectura de
este día. “Es una invitación que la Iglesia repite hoy también a vosotros, estimados
Guardias Suizos, porque cada día debemos purificarnos y renovarnos en el servicio
al Señor y en la fidelidad a su santa Iglesia”, ha señalado.
Tras referirse
al lema de la Guardia Suiza, el cardenal Secretario de Su Santidad, ha manifestado
su espontáneo recuerdo del juramento solemne, casi “gritado” que los guardias pronuncian
cada seis de mayo en el Vaticano: “Servir fielmente, lealmente y con honor al Sumo
Pontífice y a sus legítimos Sucesores con todas las fuerzas, sacrificando, donde sea
menester, también su vida por su defensa”. “Que esta fidelidad sea siempre vuestra
divisa” -ha pedido el cardenal Sodano, recordando que- hoy comenzamos oficialmente
las celebraciones del V Centenario de la presencia en el Vaticano de la Guardia Suiza”.
Un día como hoy, el 22 de enero de 1506, los primeros 150 Suizos entraban por la plaza
del Pueblo en la Ciudad Eterna y alzaban su gloriosa bandera, bajo la guía del capitán
Kaspar von Silenen del Cantón de Uri. Fue el Papa Julio II quien les llamó para este
servicio, acogiéndoles con su Bendición.
En este contexto de fiesta el cardenal
Sodano, les ha invitado a dar gracias a Dios por la continua asistencia que prestan
a la Santa Iglesia. Hoy conmemorando el V Centenario de la Guardia Suiza, queremos
agradecer a Dios los dones que concedió al papa Julio II. A este propósito ha recordado
los trabajos realizados durante el pontificado del Papa Giuliano della Rovere: la
decoración de la Capilla Sixtina, realizada por Miguel Ángel y el inicio de la construcción
de la actual Basílica realizada por Bramante.
El cardenal Secretario de Estado
ha finalizado su homilía invitando a los miembros de la Guardia Suiza a amar cada
vez más a la Iglesia de Cristo. “Es esta la Iglesia que también hoy queremos amar,
esta es la Iglesia que también hoy queremos servir”, ha señalado. Al mismo tiempo
que se celebraba la Eucaristía en la Capilla Sixtina del Vaticano, en la catedral
de San Nicolás de Friburgo, en Suiza el Cardenal Georges-Marie Cottier ha celebrado
la Santa Misa en la que han participado más de quinientos ex Guardias Suizos. Mientras
que a las doce y media en el Patio de Honor de la Guardia Suiza, en el Vaticano ha
tenido lugar el acto de entrega de la Medalla Conmemorativa del Santo Padre.