El Santo Padre manifiesta su gratitud a los encargados de la seguridad en el Vaticano
que en “históricas circunstancias” han hecho posible que todo se desarrollara con
orden y tranquilidad
Sábado, 14 ene (RV).- Benedicto XVI renueva su profunda gratitud a los encargados
de la seguridad pública - «ángeles custodios» que dejaron admirado al mundo entero
los días de la enfermedad y muerte de Juan Pablo II y de la elección de su sucesor.
El mundo sería mejor si todos trabajaran en sincera armonía y cooperación. Abramos
el corazón a Cristo.
Prosiguen los tradicionales encuentros de comienzos de
año del Papa, que ha recibido este sábado a los dirigentes y al personal de la Inspectoría
General de seguridad pública, que se encuentra cerca del Vaticano. En su cordial bienvenida,
Benedicto XVI ha destacado que les recibía por primera vez como Sucesor de Pedro,
pero que en realidad, cuando era el Cardenal Prefecto de la Congregación para la
Doctrina de la Fe, «ya había podido constatar personalmente», con cuánta entrega y
profesionalidad estas fuerzas del orden están al servicio de los peregrinos y turistas
que vienen a ver al Papa o a rezar en la Basílica vaticana.
Saludando a estos
«preciosos y atentos ángeles custodios», encargados de garantizar la seguridad en
la Plaza de San Pedro y en los aledaños del Vaticano - «vigilando día y noche» - Benedicto
XVI ha renovado su profundo agradecimiento a esta Inspectoría, al cuerpo de Policía,
a los distintos miembros de las Fuerzas Armadas Italianas y a los demás organismos
por el increíble esfuerzo cumplido durante los días de la enfermedad y de la muerte
del amado Papa Juan Pablo II. Así como en ocasión de la elección de su sucesor, organización
que dejó admirado al mundo entero: «Aprovecho este encuentro de hoy para renovar
mi agradecimiento más sincero, junto con el de mis colaboradores a todos aquellos
que en aquellas históricas circunstancias ofrecieron su aportación para que todo se
desarrollara con orden y tranquilidad. Y el mundo entero pudo admirar la eficiencia
de la organización desplegada».
«Cuán importante es trabajar siempre en armonía
y sincera cooperación por parte de todos», ha enfatizado asimismo el Papa, señalando
que de esta forma el mundo sería mejor: «Las familias, las comunidades, las distintas
organizaciones, las naciones y el mundo mismo serían mejores si, como en un cuerpo
sano y bien compaginado, cada miembro desarrollara con conciencia y altruismo su propio
deber, pequeño o grande que sea. Queridos amigos, abramos el corazón a Cristo y acojamos
con confianza su Evangelio, preciosa regla de vida para aquellos que buscan el sentido
verdadero de la existencia humana».