El Papa exhorta a los chicos de Acción Católica a testimoniar a Jesús entre sus coetáneos
y mostrar que sólo siguiéndole se encuentra el verdadero sentido de la vida y la alegría
real y duradera
Lunes, 19 dic (RV).- El Papa ha exhortado a los chicos de Acción Católica a testimoniar
a Jesús entre sus coetáneos: “Decidles que es bonito ser amigos de Jesús y que vale
la pena seguirlo. Mostrad con vuestro entusiasmo, que entre las muchas formas de
vivir que nos ofrece hoy el mundo, sólo siguiendo a Jesús se encuentra el verdadero
sentido de la vida y la alegría real y duradera
A última hora de la mañana
Benedicto XVI ha recibido en la sala del Consistorio del Palacio Apostólico a la Delegación
de muchachos de la Acción Católica Italiana. En su saludo, Benedicto XVI les ha recordado
que cada año acuden a felicitar al Papa y que es un encuentro querido por el Papa
Pablo VI y vivido cada año con alegría por su predecesor Juan Pablo II. Con la misma
alegría – les ha dicho Benedicto XVI – os acojo yo.
“Con el Nacimiento de Jesús
celebramos el infinito amor de Dios por todos los hombres: “Dios ha amado tanto al
mundo que ha dado a su Hijo unigénito” dice san Juan, y de esta manera se ha unido
íntimamente a nuestra humanidad, queriendo compartir hasta convertirse hombre entre
los hombres. En uno de nosotros”.
“En el Niño de Belén, la pequeñez de Dios
hecho hombre nos revela la grandeza del hombre y la belleza de nuestra dignidad de
hijos de Dios. Contemplando este Niño, ha explicado el Papa – vemos cuán grande es
la confianza que Dios deposita en cada uno de nosotros y cuán amplia es la posibilidad
que se nos ofrece de hacer cosas bellas y grandes en nuestros días, viviendo con Jesús
y como Jesús”.
Seguidamente el Pontífice ha aludido al camino de formación
que han seguido durante este año bajo el lema “Estás con nosotros”. Estimados muchachos
– ha reiterado el Papa - el Señor Jesús está siempre con nosotros y camina siempre
con su Iglesia, la acompaña y la custodia. Buscad siempre al Señor Jesús, creced en
la amistad con Él, aprended a escuchar y a conocer su palabra y a reconocerlo en los
pobres presentes en vuestras comunidades. Vivid vuestra vida con alegría y entusiasmo,
ciertos de su presencia y de su amistad gratuita, generosa, fiel hasta la muerte de
cruz.