Importancia de la Iglesia católica en la prevención y asistencia a los enfermos de
sida y a sus familias
Domingo, 4 dic (RV).- En su Audiencia General de esta semana, Benedicto XVI hizo un
apremiante llamamiento a la Comunidad Internacional para que se impulsen iniciativas
concretas en la lucha contra el flagelo del Sida. Recordando la celebración del Día
Mundial de lucha contra esta pandemia, el Papa invitó a reforzar la prevención y,
en especial la asistencia solidaria a los afectados por esta enfermedad, cuyas cifras
son alarmantes.
Con este llamamiento -y recordando que “siguiendo el ejemplo
de Cristo, la Iglesia siempre ha considerado la atención a los enfermos como parte
integrante de su misión”- Benedicto XVI quiso manifestar asimismo su cercanía a los
enfermos de Sida y a sus familiares, alentando una vez más las numerosas iniciativas
promovidas por las comunidades eclesiales.
También el Pontificio Consejo para
la Pastoral de la Salud, por medio de su presidente, el Cardenal Javier Lozano Barragán,
publicó un Mensaje con ocasión de la Jornada Mundial contra el Sida. Un denso Mensaje
dirigido a las Conferencias episcopales, a las Instituciones y Organizaciones nacionales
e internacionales, a las Ongs y Asociaciones de prevención y asistencia y a los hombres
y mujeres de buena voluntad. Precisamente, este purpurado nos ha ofrecido una declaración
sobre la importante acción de la Iglesia católica tanto en la prevención como en la
asistencia a los enfermos y a sus familias en el plano médico-asistencial, social,
espiritual y pastoral, con especial atención a los más pobres: