Audiencia a una delegación del Centro Simón Wiesenthal: el Papa espera que en este
siglo desparezcan los conflictos y se planten las semillas de un futuro de reconciliación,
justicia y paz
Lunes, 14 nov (RV).- En una audiencia a una delegación del Centro Simón Wiesenthal
de Estados Unidos, el Papa ha recordado lo mucho que podemos hacer juntos – los cristianos
y los judíos - con el anhelo de que en el mundo prevalezcan la justicia, la paz y
la tutela los derechos humanos.
En su cordial bienvenida a la delegación del
Centro Simón Wiesenthal de Estados Unidos, a la que ha recibido esta mañana en el
Vaticano, el Papa ha evocado el 40 aniversario de la Declaración Nostra Aetate del
Concilio Vaticano II, que celebramos este año y que formuló los principios que han
guiado los esfuerzos de la Iglesia para promover mejor el entendimiento entre judíos
y católicos.
Tras poner de relieve el rumbo positivo que han tomado en la actualidad
las relaciones entre judíos y católicos -después de las dificultades y penas del pasado-,
Benedicto XVI ha exhortado a “impulsar el camino que conduce al respeto mutuo y al
diálogo, inspirado por la herencia espiritual que compartimos, comprometidos en una
cooperación cada vez más efectiva al servicio de la familia humana”. El Papa ha recordado
lo mucho que podemos hacer juntos, con el anhelo de que en el mundo prevalezcan la
justicia y la paz: “Los cristianos y los judíos podemos hacer mucho para que las generaciones
venideras puedan vivir en la armonía y el respeto de la dignidad humana con la que
el Creador ha dotado a cada persona. Expreso mi esperanza –que comparto con las personas
de buena voluntad de toda la Tierra– de que este siglo pueda ver que nuestro mundo
se libera de la red de conflictos y violencias y que sean plantadas las semillas de
un futuro de reconciliación, justicia y paz”.
El Centro Simón Wiesenthal, fundado
en 1977, es una organización judía no gubernamental de defensa de los derechos humanos
que se propone preservar la memoria del Holocausto, luchar contra el terrorismo, la
discriminación racial y la proliferación de grupos extremistas neonazis. El Centro,
acreditado ante Naciones Unidas, lleva el nombre del conocido superviviente de los
campos de exterminio nazis, fallecido recientemente, que dedicó su vida a entregar
a la justicia a cuantos habían perpetrado crímenes contra la humanidad durante la
II Guerra mundial.
Además de tener su sede en la ciudad estadounidense de Los
Ángeles, el Centro Simón Wiesenthal cuenta con 400 mil miembros en Estados Unidos,
Canadá, Europa y América Latina, con oficinas en Nueva York, Miami, Toronto, Jerusalén,
París y Buenos Aires.