2005-11-14 15:30:40

Audiencia a una delegación del Centro Simón Wiesenthal: el Papa espera que en este siglo desparezcan los conflictos y se planten las semillas de un futuro de reconciliación, justicia y paz


Lunes, 14 nov (RV).- En una audiencia a una delegación del Centro Simón Wiesenthal de Estados Unidos, el Papa ha recordado lo mucho que podemos hacer juntos – los cristianos y los judíos - con el anhelo de que en el mundo prevalezcan la justicia, la paz y la tutela los derechos humanos.

En su cordial bienvenida a la delegación del Centro Simón Wiesenthal de Estados Unidos, a la que ha recibido esta mañana en el Vaticano, el Papa ha evocado el 40 aniversario de la Declaración Nostra Aetate del Concilio Vaticano II, que celebramos este año y que formuló los principios que han guiado los esfuerzos de la Iglesia para promover mejor el entendimiento entre judíos y católicos.

Tras poner de relieve el rumbo positivo que han tomado en la actualidad las relaciones entre judíos y católicos -después de las dificultades y penas del pasado-, Benedicto XVI ha exhortado a “impulsar el camino que conduce al respeto mutuo y al diálogo, inspirado por la herencia espiritual que compartimos, comprometidos en una cooperación cada vez más efectiva al servicio de la familia humana”. El Papa ha recordado lo mucho que podemos hacer juntos, con el anhelo de que en el mundo prevalezcan la justicia y la paz: “Los cristianos y los judíos podemos hacer mucho para que las generaciones venideras puedan vivir en la armonía y el respeto de la dignidad humana con la que el Creador ha dotado a cada persona. Expreso mi esperanza –que comparto con las personas de buena voluntad de toda la Tierra– de que este siglo pueda ver que nuestro mundo se libera de la red de conflictos y violencias y que sean plantadas las semillas de un futuro de reconciliación, justicia y paz”.

El Centro Simón Wiesenthal, fundado en 1977, es una organización judía no gubernamental de defensa de los derechos humanos que se propone preservar la memoria del Holocausto, luchar contra el terrorismo, la discriminación racial y la proliferación de grupos extremistas neonazis. El Centro, acreditado ante Naciones Unidas, lleva el nombre del conocido superviviente de los campos de exterminio nazis, fallecido recientemente, que dedicó su vida a entregar a la justicia a cuantos habían perpetrado crímenes contra la humanidad durante la II Guerra mundial.

Además de tener su sede en la ciudad estadounidense de Los Ángeles, el Centro Simón Wiesenthal cuenta con 400 mil miembros en Estados Unidos, Canadá, Europa y América Latina, con oficinas en Nueva York, Miami, Toronto, Jerusalén, París y Buenos Aires.







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