Visita ad limina de los obispos de Bulgaria: tras la opresión comunista los católicos
advierten la necesidad de reforzar su fe y difundir el Evangelio en todos los ámbitos
sociales
Sábado, 12 nov (RV).- “Tras el triste periodo de la opresión comunista, los católicos
que han perseverado con enérgica fidelidad en su adhesión a Cristo, advierten ahora
la urgencia de reforzar su propia fe y difundir el Evangelio en todos los ámbitos
sociales, especialmente donde es más manifiesta la necesidad del anuncio cristiano”.
Benedicto XVI ha recibido esta mañana en visita ad limina apostolorum a los obispos
de Bulgaría, un país como ha lamentado el Papa, que registra un fuerte descenso de
la natalidad y un alto porcentaje de abortos, la fragilidad de tantas familias y el
problema de la emigración.
En este panorama poco alentador, el Santo Padre
ha contrapuesto su alegría por el compromiso social que ha asumido la Iglesia católica
en Bulgaria para dar respuesta a las necesidades de tantos pobres. El Pontífice ha
animado a los prelados a proseguir por este camino y a no tener miedo de proponer
a las nuevas generaciones el ideal de la consagración total a Cristo para contribuir
a extender cada vez más el Reino de Dios.
En el mismo contexto Benedicto XVI
ha animado a los obispos búlgaros a continuar en su esfuerzo conjunto con otras Iglesias
e instituciones católicas, para dotar a sus comunidades de estructuras útiles para
las actividades pastorales y para el ejercicio del culto cristiano. En este sentido
el Papa ha constatado con particular satisfacción la reconstrucción de la catedral
latina de Sofía, dedicada a San José.
Benedicto XVI les ha recordado, en otro
momento, que el Señor siempre sabe suplir las eventuales lagunas y la pobreza de los
medios. No cuenta la eficiencia de la organización, sino la inquebrantable confianza
en Cristo, porque es Él quien guía, rige y santifica a su Iglesia.
Con motivo
de la conclusión de la quinquenal visita “ad limina Apostolorum” de los obispos de
la Conferencia episcopal de Bulgaria, el Santo Padre les ha recibido y dirigido un
discurso en el que, ante todo, ha puesto de relieve el afecto que sus comunidades
tienen por el Sucesor de Pedro.
Al mismo tiempo, el Papa les ha dicho que
le han sido de consuelo las expresiones de comunión que, durante estos días, cada
uno de ellos le han renovado en nombre de todo el clero, de los religiosos y de los
fieles confiados a sus responsabilidades pastorales. Y les ha pedido, teniendo en
cuenta el ministerio que el Papa está llamado a desarrollar al servicio de la comunión
eclesial, que se hagan intérpretes de su constante solicitud con respecto a todos
los creyentes en Cristo.
Benedicto XVI ha manifestado también que de las conversaciones
que ha mantenido con cada uno de ellos, ha sacado la conclusión de que la Iglesia
católica en Bulgaria está viva y deseosa de ofrecer con entusiasmo su propio testimonio
en Cristo, en medio de la sociedad en la que vive. Por esta razón, el Papa les ha
animado a proseguir por este camino, esforzándose por difundir el Evangelio de la
esperanza y del amor, no obstante las fuerzas limitadas que tienen a su disposición.
”El Señor, les ha dicho textualmente el Papa, siempre sabe suplir nuestras
eventuales lagunas, así como la pobreza de los medios a nuestra disposición. Lo que
cuenta, ha añadido, no es tanto la eficiencia de la organización, sino más bien la
inquebrantable confianza en Cristo, porque precisamente es Él quien guía, rige y santifica
a su Iglesia, incluso a través de vuestro indispensable ministerio”.
Además,
en sus inescrutables designios, Dios – ha añadido el Papa- os ha puesto a ejercer
vuestro servicio eclesial junto a nuestros hermanos de la Iglesia ortodoxa búlgara.
Por esta razón ha manifestado su deseo de que las buenas relaciones existentes se
desarrollen ulteriormente en beneficio del anuncio del Evangelio del Hijo de Dios,
principio y fin de toda acción realizada por el cristiano.
A este propósito,
el obispo de Roma ha pedido a sus venerados hermanos búlgaros que transmitan su cordial
saludo al Patriarca Maxim, primer Jerarca de la Iglesia ortodoxa de Bulgaria, por
quien ha formulado votos por su salud y feliz reanudación de su ministerio. Porque
como ha recordado el Papa, todavía está vivo en su recuerdo la respetuosa y fraterna
acogida que le reservó a su amado predecesor, el Papa Juan Pablo II, durante la visita
pastoral que realizó a su país. Y ha añadido que es necesario proseguir por el camino
iniciado, intensificando la oración para que llegue cuanto antes la hora en que podremos
sentarnos ante la única mesa para comer el único Pan de la salvación.