Benedicto XVI exhorta a perseverar en el camino del diálogo ecuménico entre católicos
y luteranos, para que la luz de Cristo brille en sus discípulos y el mundo crea
Lunes, 7 nov (RV).- Benedicto XVI invita a agradecer a Dios por las metas alcanzadas
en las relaciones entre católicos y luteranos y ha reiterado su exhortación a perseverar
en el camino del diálogo ecuménico, para que la luz de Cristo brille en sus discípulos
y el mundo crea.
Benedicto XVI ha recibido esta mañana en visita oficial al
presidente de la Federación Luterana Mundial, Mark Hanson, acompañado de su séquito.
En su cordial bienvenida, el Santo Padre ha evocado con profunda gratitud la presencia
de la delegación luterana tanto en el funeral del papa Juan Pablo II, como en la
sucesiva solemne inauguración de su ministerio de Obispo de Roma.
Una vez más,
refiriéndose a la oración de Jesús al Padre, el Pontífice ha reiterado su exhortación
a perseverar en el camino del diálogo ecuménico, para que la luz de Cristo brille
en sus discípulos y el mundo crea. Benedicto XVI ha invitado a rezar para agradecer
a Dios por las metas alcanzadas en las relaciones entre católicos y luteranos.
«Debemos
intensificar nuestros esfuerzos para comprender más profundamente lo que tenemos en
común y lo que nos divide, así como los dones que podemos brindarnos los unos a los
otros». Perseverando en este camino, el Santo Padre ha exhortado a rezar «para que
el rostro de Cristo pueda brillar cada vez más en sus discípulos, para que todos sean
uno y el mundo pueda creer». Asimismo, el Papa ha invitado a dar «gracias a Dios por
todo lo que hemos logrado en las relaciones entre católicos y luteranos y a rezar
para que podamos proseguir juntos por el camino hacia la unidad que el Señor anhela».
Tras
destacar la importancia del intenso diálogo ecuménico que la Iglesia Católica y la
Federación Mundial Luterana mantienen desde hace varios años, el Papa ha hecho hincapié
en la Declaración conjunta sobre la Justificación – firmada en 1999 - que «constituye
un hito memorable en nuestra senda hacia la unidad plena y visible». Reconociendo
que permanecen algunas diferencias en la cuestión central de la justificación, Benedicto
XVI ha señalado que debemos encomendar estas diferencias a la gracia de Dios.
El
Papa ha reiterando también la esperanza que manifestó en su estancia en Colonia, el
pasado mes de agosto, de que este diálogo, «no se circunscriba sólo a las cuestiones
institucionales», sino que se tenga en cuenta siempre que la misión de la Iglesia
es el testimonio de la verdad de Jesucristo, la Palabra hecha carne. Pues, la Palabra
y el testimonio caminan al unísono. «La Palabra invita a avanzar y toma forma en el
testimonio. El testimonio asume su forma auténtica en la fidelidad total a la Palabra,
expresada y vivida en la comunidad apostólica de fieles bajo la guía del Espíritu
Santo».
Refiriéndose luego a la Comisión Internacional Luterano-Católica sobre
la Unidad y en espera de que ésta finalice pronto la cuarta fase de sus trabajos y
se publique el documento sobre la Apostolicidad de la Iglesia, el Obispo de Roma ha
puesto de relieve que «todos somos conscientes de que nuestro diálogo hoy conoce los
desafíos, en especial, de un clima general de incertidumbre sobe las verdades cristianas
y los principios éticos que hasta ahora nunca se habían cuestionado. Patrimonio común
que en algunos casos está socavado por los cambios en los enfoques hermenéuticos»
A
pesar de las dificultades que podamos encontrar en nuestro camino hacia el ecumenismo,
Benedicto XVI ha manifestado su confianza en nuestro diálogo paciente y la firme tradición
de estudio serio y de intercambio que ha caracterizado en estos años las relaciones
entre católicos y luteranos. «Estamos confortados por el hecho de que nuestra búsqueda
de la unidad está guiada por la presencia del Señor Resucitado y por el inextinguible
poder de su Espíritu que «sopla donde quiere» (JN 3, 8) ha recordado el Papa, señalando
luego que mientras nos acercamos al quinto centenario de los eventos de 1517 – año
que marca el comienzo de la reforma de Martín Lutero – tenemos que intensificar nuestros
esfuerzos para impulsar la unidad.