2005-11-05 18:01:59

Reflexiones en familia


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Viernes, 4 nov (RV).- Hoy hablaremos de los hijos mayores que aún viven en el seno de la familia, pues esa es la tendencia actual, que muchos hijos se queda en casa de sus padres, independiente de la edad, la profesión que ejerzan o actividad que realicen, pues la hoy la independencia no está arraigada justamente en la separación de los padres, sino en las formas como cada uno conduce su propia vida.

Todos saben que criar a los hijos es difícil. Sin embargo, de lo que muchos no se dan cuenta es de que este proceso no termina cuando los niños ya no son pequeños. De hecho, el cambio de relación entre padres e hijos adultos puede ser uno de los momentos más tumultuosos en la relación padres/hijos.

Cuando los hijos alcanzan la adultez, con frecuencia buscan un cuidadoso balance entre las ideas y paradigmas con los cuales crecieron y sus propias perspectivas y límites. Los padres que tratan de mantener el status quo con los hijos adultos se encontrarán a sí mismos y a su relación con sus hijos en una posición difícil.

Sin duda el cambio de las relaciones padres – hijos pasa por el establecimiento de unas relaciones mucho más horizontales, donde el dominio y el poder vertical ya no tienen reconocimiento ni sentido, sino por el contrario el respeto, el apoyo, la solidaridad e incluso complicidad de unos y otros.

Como la búsqueda es hacia la independencia, sin necesidad de alejarse o aislarse del seno familiar, se pretende lograrla a partir del respeto y la libertad. Y esto obviamente implica para los padres actitudes diferentes, casi de tratar a sus hijos como amigos o pares, más que como hijos.

Dice el dicho popular que nadie vive la vida por nadie, por ello y de manera particular con los hijos mayores, es necesario dejarlos que tengan fracasos y que resuelvan la forma de salir de sus problemas por sí solos. Esa es la única forma de que aprendan. Sin embargo, no los deje solos.

Escuche sus quejas sobre lo que usted les hizo o no durante la infancia, sin dejar que la situación llegue a convertirse en un drama, pues debe ser consciente de que usted lo hizo lo mejor que pudo, que forma parte de la condición humana no satisfacer las expectativas de alguna manera, en algún momento; que cada vida tiene retos que enfrentar, y que una disculpa sentida debe ser suficiente.

Con los hijos mayores las actividades de diversión y entretenimiento pueden ser realmente un encuentro entre amigos, una compañía inmejorable que además brinda mayor confianza, comunicación y acercamiento entre padres e hijos. Es inevitable que usted como padre quiera proteger a su hijo independiente de la edad o lo que haga, pues el sentido de protección de los padres es permanente, aún cuando los hijos ya hayan construido sus propias familias.

No siempre esta relación entre padres e hijos adultos es fácil, a veces en lugar de ser armoniosa y de compañía amable y comprensible, la relación es tensa y problemática, mediada en muchas ocasiones por intereses económicos o de otra índole, que obviamente distan mucho de ser el reflejo del ambiente familiar sano y formador que siempre anhelamos.

TEXTOS: Alma García
LOCUCION: Alina Tufani Díaz








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