2005-10-09 16:26:22

Beatificación del cardenal von Galen: el Papa venera las reliquias del “León de Münster” y destaca su valiente denuncia del nazismo, su testimonio de fe en tiempos oscuros y su resistencia a la tiranía


Domingo, 9 oct (RV).- Esta mañana ha sido beatificado en San Pedro el cardenal alemán Clemens August von Galen. Tras la ceremonia Benedicto XVI ha venerado las reliquias de quien recibió el apelativo de “León de Münster”, por su valiente denuncia del nacionalsocialismo y ha agradecido a Dios “este gran testimonio de fe que ha hecho brillar la luz de la verdad en tiempos oscuros y que demostró el valor de la resistencia a la tiranía”.

Esta mañana ha sido beatificado en la Basílica de San Pedro el cardenal alemán Clemens August von Galen, “un regalo de Dios”, sobre todo para los alemanes, como ha resaltado Benedicto XVI al término de la ceremonia de beatificación que ha presidido el cardenal José Saraiva Martins, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.

Finalizada la celebración el Santo Padre ha venerado las reliquias del nuevo beato en el Altar de la Confesión y ha manifestado el agradecimiento a Dios, sobre todo de los alemanes, “por este gran testimonio de fe que ha hecho brillar la luz de la verdad en tiempos oscuros y que demostró el valor de la resistencia a la tiranía”. Benedicto XVI ha querido destacar el papel de la fe del beato von Galen de la que provenía su capacidad de análisis en un período en el que las personas inteligentes estaban cegadas, su resistencia en un momento en el que también las personas fuertes se mostraban débiles y bellacas. “Una fe –ha dicho el Pontífice- que le dio el valor de decir y hacer lo que los demás no osaban”.

A las 9 y media comenzaba esta ceremonia de beatificación del cardenal alemán Clemens August von Galen, “un pastor que se opuso intrépidamente a una ideología despreciadora de la humanidad y a la máquina de la muerte del estado nacionalsocialista”. Un obispo que practicó las virtudes del cristiano y del pastor de forma eminente y heroica, en un tiempo muy difícil para la Iglesia y la nación alemana, y que le valió el apelativo del “León de Münster”, diócesis de la que fue obispo.

El cardenal José Saraiva Martins, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, ha elogiado en su homilía a “una gran personalidad de la nación alemana” que también vivió el difícil periodo de la I Guerra Mundial y los desórdenes de la República de Weimar. El obispo alemán hoy beatificado es, como ha manifestado el cardenal Saraiva, “uno de los representantes más notables de la oposición de la Iglesia al injusto régimen nacionalsocialista.

“Desde el comienzo de su actividad pastoral en Münster, el obispo van Galen desenmascaró la ideología nazi y el desprecio que ésta nutría por los hombres. En plena guerra, el verano de 1941, él criticó en tres predicaciones en los meses de julio y agosto, la clausura forzosa de los conventos y la detención de los religiosos, se pronunció con vigor contra la deportación y la destrucción de vidas humanas que el régimen consideraba no dignas de ser vividas, es decir los deficientes mentales”.

El prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos ha destacado el valor innato del nuevo beato, pero sobre todo “su profundo sentido de la responsabilidad y su visión clara de lo que era justo y de lo que era injusto”. Y ha destacado las palabras de denuncia del obispo para hacer una invitación a la reflexión, una invitación a imitar su ejemplo a “nosotros que vivimos en tiempos aparentemente menos amenazadores, pero no menos problemáticos en relación a la vida humana”.

El purpurado ha delimitado los tres factores que contribuyeron a su fuerte personalidad de hombre y de creyente, y de los que emanaban la ardiente denuncia publica de los nazis, con argumentos muy claros, que subrayaban la flagrante violación de los derechos humanos. Estos factores son la familia, la fe y la política, sin perder jamás de vista sus profundas virtudes cristianas.

En cuanto al primero de los factores “la vida de la familia von Galen estaba tradicionalmente orientada al sentido de la responsabilidad pública por lo que concierne a todos los hombres en la iglesia y en la sociedad”. “Ante los ensordecedores sonidos de la música marcial y las vacías frases de los altavoces provenientes de las tribunas de los oradores, él contrapuso la veneración de la santa Eucaristía, la silenciosa adoración contemplativa del Señor haciéndose pan”.

El cardenal Saraiva ha querido subrayar de forma especial cómo “la fuerza unificadora de la vida espiritual del beato fue su profunda fe, vivificada por una caridad activa hacia todos, especialmente los que estaban sufriendo. Su espiritualidad, inspirada en el Evangelio, permitió a von Galen ser transparente en su papel publico”.

También durante el Ángelus, Benedicto XVI ha tenido palabras de elogio del beato Clemens August von Galen, obispo de Münster, cardenal, y sobre todo intrépido opositor del régimen nazi: “En nombre de Dios denunció la ideología neopagana del nacionalsocialismo, defendiendo la libertad de la Iglesia y los derechos humanos gravemente violados, protegiendo a los judíos y a las personas más débiles, los que el régimen consideraba deshechos para eliminar”.

El Santo Padre ha destacado el mensaje actual del beato von Galen que manifiesta que “la fe no se reduce a un sentimiento privado que hay que esconder cuando se vuelve incomoda, sino que implica coherencia y testimonio también en el ámbito público en favor del hombre, de la justicia, de la verdad”.







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